El Círculo de Bellas Artes ha presentado el ciclo Círculo de Cámara. En la rueda de prensa han intervenido Valerio Rocco Lozano (director del CBA), Cristóbal Sánchez Blesa (subdirector general de Programas y Centros de la Fundación Montemadrid) y Antonio Moral (director artístico del ciclo).
Valerio Rocco ha destacado el “carácter fuertemente internacional del ciclo”. Más de la mitad de los intérpretes proceden del extranjero, una “apuesta arriesgada, pero en la que creemos firmemente, para dar continuidad al planteamiento del ciclo”, ha subrayado. Además, el director del Círculo querido agradecer tanto la constancia del público como la generosidad de los músicos que han participado hasta ahora en Círculo de Cámara, gracias a los que “nuestro Teatro Fernando de Rojas se ha vuelto un punto de referencia, en el centro de nuestra ciudad, para los amantes de la música clásica”.
Cristóbal Sánchez Blesa ha puesto en valor el hecho de que “por sus características, Círculo de Cámara sea un escenario magnífico para divulgar la música clásica entre públicos no habituales, en especial entre los jóvenes” y se ha mostrado muy satisfecho de que “el CBA, como colaborador, y Antonio Moral, como director del proyecto, nos garanticen una gran calidad artística y una excepcional acogida del público”.
Un año más, situado ya como un ciclo de música clásica de referencia en Madrid y con un enorme respaldo tanto de crítica como de público, Círculo de Cámara apuesta de nuevo por una programación en la que destacan las más importantes agrupaciones y solistas del momento. Antonio Moral ha insistido en “la importancia que tiene mantener la normalidad cultural en estos tiempos tan complicados, donde la música puede jugar un papel fundamental como antídoto a la pandemia de la Covid”. Se han diseñado diez conciertos dominicales que comenzarán el próximo mes de octubre y que se celebrarán con todas las medidas de seguridad e higiene, atendiendo a las recomendaciones establecidas por las autoridades sanitarias.
El ciclo se inaugura con La Ritirata (17 de octubre), conjunto que desde su fundación en 2009 a cargo del violonchelista Josetxu Obregón, se ha convertido en uno de los grupos barrocos más acreditados y la principal referencia española en la música de Luigi Boccherini. En su programa, ofrecerán un paseo por algunas de las partituras más célebres del maestro italiano afincado en Madrid.
En noviembre recibirán a la soprano italiana Anna Caterina Antonacci que, acompañada al piano por Donald Sulzen, interpretará La voix humaine (La voz humana), ópera en un acto sobre la obra homónima de Jean Cocteau, escrita por Francis Poulenc y estrenada en 1959.
Elisabeth Leonskaja, a la que se pudo escuchar en la pasada temporada, regresa a Círculo de Cámara. Ofrecerá en esta ocasión dos de las obras más impactantes de las dedicadas al género del trío con piano, que Franz Schubert elevó a alturas de la música de cámara y en las que el compositor muestra su preocupación por el equilibrio entre los tres instrumentos y por la coherencia interna de cada pieza. Junto a Leonskaja, actuarán dos de sus compañeros de atril habituales: Liza Ferschtman (violín) e István Várdai (violonchelo).
En esta tercera temporada habrá de nuevo un conjunto residente a lo largo de tres conciertos, dando continuidad así al anterior ciclo. Si el año pasado el cuarteto Mandelring ofreció los cuartetos de Shostakóvich, este año contarán con el Cuarteto Quiroga, que establecerá un diálogo entre los tres cuartetos de Brahms y los tres últimos de Beethoven. El Quiroga incorporará a su repertorio el Cuarteto nº 3 de Brahms y el op. 131 de Beethoven, que interpretarán por vez primera dentro de su residencia artística en el CBA.
En enero el turno será para Joan Enric Lluna (clarinete), Lluís Claret (violonchelo) y Josep Colom (piano), tres grandes intérpretes españoles que unirán su talento para ofrecer un exigente programa que se abre con una pieza singular de Mikhail Glinka, el Trío Patético y cerrará con el Trío que escribió Johannes Brahms al final de su vida, una pieza de exquisita, honda y otoñal desnudez.
El Trío Arbós (y amigos) continúa con la experiencia por tercer año consecutivo poniendo música en vivo a películas de cine mudo, de nuevo con partituras originales de Stephen Prutsman, un compositor muy interesado en crear música original, a modo de bandas sonoras para los grandes clásicos del cine mudo de los primeros años del siglo XX. En esta ocasión, en el concierto que se celebrará en marzo, el Trío Arbós pondrá música a tres cortometrajes: La venganza del cámara de cine (W. Starewicz) y Suspense (L. Weber), ambos producidos en la década de 1910, y Grande como un alce (L. McCarey).
Ya en abril, pasará por el ciclo los jóvenes intérpretes más destacados del panorama actual: el violinista japonés Fumiaki Miura que se unirá a la pianista rusa Varvara Nepomnyaschaya para interpretar un programa que alberga tres siglos de música, del XVIII al XX, de Mozart a Prokófiev.
La temporada finalizará con una nueva actuación del joven pianista coreano Seong-Jin Cho, que ya actuó en el fin de temporada de la primera edición de este ciclo cunado hizo su presentación en Madrid. Desde que en 2008 ganara el prestigioso Premio Chopin de Varsovia, Seong-Jin despertó la atención del mundo del piano, que ha cristalizado en una exitosa carrera internacional, que le ha llevado a actuar en las más prestigiosas salas del mundo y junto a las mejores orquestas y más reputados directores.
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