Doce Notas

La monumentalidad de lo pequeño

cdsdvds  La monumentalidad de lo pequeño

Estamos acostumbrados a la acepción monumental como grande o grandioso, especialmente en arquitectura, por ejemplo la arquitectura gótica y barroca, pero en muchos lugares de Europa tenemos edificios románicos y visigóticos pequeños en sus dimensiones y de una monumentalidad impresionante. No lejos de donde yo vivo, por ejemplo, San Juan de Baños, Palencia, templo visigótico que nunca me cansaré de ver.

Lo mismo pasa con la música y especialmente el periodo Barroco, en el que empiezan a aumentar coros y orquestas, las partituras se hacen más complejas, se perfeccionan los instrumentos, las audiencias se hacen mayores.

No obstante, sobreviven en el periodo Barroco obras de arte, joyas, para uno o dos instrumentos, como es el caso que nos ocupa: partitas, fugas, zarabandas, allegros…para laud y flauta de pico, magistralmente interpretadas por dos de sus mejores defensores: Dorothee Oberlinger a la flauta y Edin Karamazov al laud, muy conocido actualmente por haber acompañado a Sting en los últimos años.

La interpretación es sencillamente estratosférica, tanto en los tempos lentos como en los más veloces, un fraseado preciso y fresco. Todo tratado con una producción que permite cierto timbre natural en la grabación (reberv) que hace presagiar la maravilla que puede ser un concierto en directo de estos dos monstruos de sus respectivos instrumentos.

Quizá haga mucho, en mi caso, cierto cansancio del gigantismo de otras músicas, ya sean clásicas o actuales y un retorno a las dimensiones humanas del sonido sea un valor añadido. El caso es que llevo ya varias jornadas a dos escuchas diarias.

Sin dudarlo, una buena elección para los ratos de asueto de este verano. En su tienda de discos habitual, estará muy bien distribuido, seguro.

___________________

Salir de la versión móvil