Doce Notas

Un Réquiem de Verdi contundente cierra la temporada en Les Arts

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© M. Lorenzo

A caballo entre el Instituto Valenciano de Cultura y Les Arts, entre las negociaciones con la mediación del Tribunal de Arbitraje Laboral de la Comunidad Valenciana y «el deseo de continuar cantando», queda absolutamente fuera de cualquier duda que el coro mantiene niveles de excelencia artística altísimos pese a su precaria situación. Y esto desde hace años. Como crítico, a veces resulta incluso tedioso volver a recalcar una y otra vez las fantásticas dotes de esta formación vocal mixta que ha desarrollado un sonido equilibrado y limpio con el tiempo, fruto del balance entre una afinación y un empaste excelentes. Titulares como «El Cor de la Generalitat cumple 25 años entre elogios por su calidad. Chailly, Mehta y Maazel destacan la profesionalidad y versatilidad de la formación» estaban hace ya años a la orden del día ante las diferentes administraciones que hacen los oídos sordos.

Junto a la destacada labor del coro, la OCV no se quedó atrás ofreciendo una robusta interpretación de la Messa da Requiem verdiana, dirigida por Daniele Gatti en su debut en Les Arts que también sirvió para homenajear a la antigua intendente Helga Schmidt. La contundencia del sonido vino en parte propiciada por la acústica de la sala misma, con un sonido direccional, demasiado cercano y fuerte, permitiendo, eso sí, una audición clara de cada una de las partes instrumentales. Gatti supo extraerle su quintaesencia a esta partitura gracias a una dirección precisa y rica en matices dinámicos que osciló entre el pianissimo y el fortissimo, este último desbordante y algo chillón en ocasiones. El cuarteto vocal solista, perfecto conocedor de la obra, estaba formado por Eleonora Buratto (soprano), Sonia Ganassi (mezzosoprano), Francesco Meli (tenor) y Michele Pertusi (bajo). Sin alcanzar las cotas más altas, los cantantes cumplieron con su cometido, esbozando momentos de gran belleza. La voz cristalina de Eleonora Buratto se unió a la expresividad de Sonia Ganassi; Francesco Meli tuvo que sustituir al tenor Fabio Sartori para hacerse cargo de su papel junto al bajo Michele Pertusi. Ambos dieron muestras de su profesionalidad en cuanto que conocedores de la obra con interpretaciones correctas, un tanto excesiva por parte del tenor belcantiano.

La intensa velada musical se vio únicamente afectada por crujidos en el revestimiento de madera de las paredes laterales del auditorio que en ocasiones llegaron a ser muy molestos.

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