El famoso cuento de Charles Perrault, con música de Sergei Prokofiev, se traslada a un set de filmación. Con una serie de referencias a los héroes del cine estadounidense, Rudolf Nureyev impulsa su Cenicienta bajo los focos de Hollywood. Con un productor de hada madrina y un actor estrella como el Principe Encantador, Cenicienta escapa de su miserable destino y ve sus sueños hechos realidad en una historia no sin similitudes con la del coreógrafo, un joven Nuréyev que se convirtió en estrella internacional. Con esta “metáfora del ballet”, la Compañía rinde homenaje a su ex director.
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