El disco que paso a reseñar es magnífico, un dúo de piano y saxo cuya interrelación es constante y muy profunda tanto en las partes solistas como en las complejas dinámicas a dúo.
Si ellos son «nivel cátedradico» como título la reseña, eligen autores y obras que suben más la apuesta. De entrada, la obra inicial – Le Tombeau de Ravel– nos lleva al universo sonoro y compositivo del autor citado, con secuencias que nos recuerdan los sonidos aleatorios de los elementos naturales que nos rodean, autoría de Plet Swerts. La segunda pieza, Back to Bach, de Jean Debis Michat es un desafío tímbrico para los dos instrumentos, sin salir de las pautas compositivas del gran compositor barroco, pero acercando la sonoridad al momento actual con un aire mínimal muy acertado. Cyrille Lehn compositor de la tercera pieza, Sonate, tres movimientos de una gran dificultad dinámica por su rítmica, quizá, menos europea, más africana, como bien sugieren las notas del libreto.
Volvemos a una pieza de Jean Denis Michat, solo saxo que explota todas las posibilidades tímbricas y metálicas del instrumento, entretejiendo masas de notas hasta convertirlas en acordes, atmósfera más triste, quizá circense…Clos Guinget es el título.
Vincent David contribuye con la monumental Nuee Ardente, con Takahiro Mita al piano, larga pieza que atraviesa muchos ambientes sonoros, evocando desde el pianismo de Webern a los delirios del rock progresivo en los ostinatos. Magnífico interplay…y muy complejos acoples rítmicos. El tema encara el tramo final entretejiendo arpegios y golpes rítmicos en el piano confluyendo con el saxo en un final épico en su narrativa sonora, ¿Ecos de Piazzolla? Magnífico.
El final del disco es ya de sabios: Homenatge a Lorca de Joan Albert Amargós. Pieza que tengo muy interiorizada por cuestiones familiares, relativas al Trío Pérez Iñesta, que la interpretan. Los arreglos e instrumentación de Amargós, entre el flamenco y el jazz con cierto tinte stravinskyano no puede ser más acertado. La interpretación muy natural y orgánica sin ninguna impostación, falseta o cliché, sublime. Un cierre magnífico para un disco excepcional.
La grabación y producción a cargo de Paco Moya en el Auditorio Manuel de Falla, de Granada, a la altura de las piezas interpretadas. Me parece muy difícil conseguir este sonido natural en un estudio al uso. Un acierto, como en otras ocasiones.
Pregunto de nuevo: ¿Es posible ver esto en directo? ¡Ojalá!
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