La formación liderada por el coreógrafo Thierry Malandain sustituye al Eifman Ballet, que debían representar Onegin los mismos días, pero han tenido que anular su participación por imposibilidad de trasladarse a raíz de las restricciones decretadas para frenar la pandemia. Para cumplir con las nuevas medidas de confinamiento nocturno, las funciones, previstas para los días 16, 17, 18 y 19 de noviembre, comenzarán a las 19h y el estreno del día 15 a las 17h. Después de estrenarse en el Liceu, la compañía pasará por el Centro Cultural de Terrassa con las piezas Sirènes, Pastoral y Nocturnes (28 y 29 de noviembre) y por el Teatre-Auditori Sant Cugat (23 de mayo de 2021).
Estrenado en Versalles en 2019, esta propuesta firmada por Thierry Malandain para el Ballet de Biarritz presenta la evolución de una reina y de cómo pasó de ser adorada por el pueblo a morir odiada. Un símbolo real caído y una historia compleja transcrita en gestos. La música de las cuatro sinfonías de Haydn (núm. 6 «Mañana», 7 «Mediodía», 8 «Atardecer» y 73 «La Caza»), interpretada por la Orquesta Sinfónica del Gran Teatre del Liceu y dirigida por Daniel Espasa, será la banda sonora de la intensa vida de Marie-Antoinette en el palacio de Versalles: desde la opulencia y tiranía hasta la llegada de un pueblo airado. La vida de la Corte, la fantasía inspirada y un final trágico son los ingredientes de esta puesta en escena elegante y ágil del Ballet de Biarritz por una reina austriaca en el contexto de la Revolución Francesa; una reina que amaba las artes y el teatro y que terminaría su vida de placeres y sensualidad con el sonido de una lámina de acero en su cuello.
La compañía
Con más de ochenta obras, Thierry Malandain ha desarrollado una idea muy personal de la danza. Al frente de una compañía formada por intérpretes que dominan la gramática de la danza clásica, pero siempre con una expresión actual, el enfoque de Malandain se sustenta en profundos valores humanos. Su búsqueda de sentido y estética se orienta hacia un estilo atemporal a la vez que musculoso, enérgico y sobrio, que extrae su riqueza de las raíces de la danza y de una visión dinámica de este arte. Thierry Malandain, en el transcurso de sus creaciones, tan serias como impertinentes, se esfuerza por desarrollar una escritura en busca de la armonía entre lo clásico y lo contemporáneo, la historia y el mundo de hoy. Así, entre sus originales visiones de títulos como Romeo y Julieta, Cendrillon, El cascanueces o L’après-midi d’un faune, alterna creaciones puras como Magifique, A Last Song, Estro o incluso Lucifer en una partitura inédita del compositor Guillaume Connesson.
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