Doce Notas

Comienza una temporada marcada por la COVID-19

reporturia  Comienza una temporada marcada por la COVID 19

Così fan tutte © Miguel Lorenzo/Les Arts

Sustituyendo al Réquiem planeado y con recortes en su duración, el dramma giocoso semiescenificado en Les Arts vino a ser un drama adaptado a las medidas de seguridad para garantizar el bienestar de los espectadores, artistas y trabajadores del coliseo. Empezando por la toma de temperatura del público antes de entrar en la sala hasta la salida escalonada de la misma, cualquier factor condicionante debería interpretarse como un intento por mantener una temporada y resistirse al cierre total, tal como lo han hecho otros prestigiosos teatros de ópera por todo el mundo. El director artístico de Les Arts, Jesús Iglesias Noriega, defiende una actitud valiente frente a la pandemia que, sin embargo, obligó a ciertas restricciones poco populares. O eso o nada, podría ser el lema que quizá nos acompañe a lo largo de esta temporada que no ha hecho más que empezar.

Così: una obra de arte mozartiana tanto en lo vocal como en lo instrumental. Ambas vertientes musicales quedaron perfectamente evidenciadas gracias a la soberanía y sensibilidad del director de orquesta, teclista y violinista italiano Stefano Montanari. Con batuta en mano y al teclado, alternando ambas funciones, supo dirigir a la orquesta y a los cantantes con entusiasmo a través del cosmos musical mozartiano. Su elegancia y energía le permitieron seguir el pulso de la música que, en Mozart, siempre suena mucho más fácil de lo que es en realidad. Los músicos y cantantes se dejaron llevar de la mano de este director que vibró con la orquesta y respiró con los cantantes.

El carácter sencillo y casi improvisado del concepto escénico de Silvia Costa permitió el lucimiento del joven conjunto vocal y del único personaje entrado en años, Don Alfonso, encarnado aquí por el bajo argentino Nahuel Di Pierro. Salvando la diferencia entre la potencia de voces, el dúo de los oficiales Guglielmo (Davide Luciano) y Ferrando (Anicio Zorzi) se complementó como una perfecta pareja de pretendientes. A ésta respondieron timbradas y con impecable entonación las hermanas Fiordiligi (Federica Lombardi) y Dorabella (Paula Murrihy). Súmese a ello la excelente labor de la joven soprano valenciana Marina Monzó (Despina). Junto a sus compañeros deleitaron al público con algunos de los conjuntos vocales más inspirados de Mozart, toda una lección en términos de técnica y cultura vocal del genio de Salzburgo.

____________________________

Salir de la versión móvil