El sexto largometraje de Pablo Agüero (Salamandra, Eva no duerme) está protagonizado por Alex Brendemühl (Madre, Petra) y cuenta con un elenco muy joven encabezado por Amaia Aberasturi (Vitoria 3 de marzo).
Producido por Koldo Zuazua (Kowalski Films) e Iker Ganuza (Lamia Producciones), este drama histórico será, además, la única ficción de nacionalidad española que participará en Sección Oficial a competición, donde también se proyectarán los últimos trabajos de cineastas como Naomi Kawase, François Ozon o Thomas Vinterberg. Pocos días después de su premiere mundial en el Zinemaldia, Akelarre tendrá su estreno en salas comerciales de todo el territorio nacional el 2 de octubre.
Sinopsis
País Vasco, 1609. Los hombres de la región se han ido a la mar. Ana participa en una fiesta en el bosque con otras chicas de la aldea. El juez Rostegui, encomendado por el Rey para purificar la región, las arresta y acusa de brujería. Decide hacer lo necesario para que confiesen lo que saben sobre el akelarre, ceremonia mágica durante la cual supuestamente el Diablo inicia a sus servidoras y se aparea con ellas.
Banda Sonora Original
Según apunta Maite Arroitajauregui, «las primeras referencias sobre las que trabajamos fueron los instrumentos. Después de haber leído el guión, la contextualización, donde estaba localizada la película, hice un trabajo de buscar instrumentos tradicionales, autóctonos y que se amoldaran a la época como la alboka, el ttun ttun, la xirula, la rabita, pandereta o las castañuelas»
Para Aranzazu Calleja «el proceso creativo desde el inicio se dividió en dos fases. En la primera fase fue Maite la que se encargó de componer las canciones, la música diegética y las canciones que cantan las chicas y yo entré a trabajar en coautoria con ella en la música incidental, en la banda sonora original de la película.
Desde el momento inicial decidimos que las canciones se trasladaran a cuarteto y pensamos en Alos Quartet. Tuvimos además la suerte de que Xabi Zeberio, uno de los violinistas del cuarteto toca la nyckelharpa que nos pareció un instrumento que podía hablar muy bien de este contexto histórico. Las melodías más intimistas las hace el cuarteto con la nyckelharpa como solista y en las escenas con los jueces nos vamos a los agudos y así generamos el contraste entre los dos mundos».
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