El célebre pianista argentino Daniel Barenboim será protagonista de uno de los momentos más esperados del festival.
El viernes 24 dará un recital benéfico en el que interpretará la Sonata núm. 31, op. 110, de Beethoven y las Variaciones Diabelli, op. 120.
La recaudación integra de sus entradas, que se agotaron en escasos minutos, será donada íntegramente a Cruz Roja Española en beneficio de los damnificados de la Covid-19.
El flamenco, pilar esencial de la programación del certamen, por el que ya han pasado Carmen Linares y Niño de Elche, entre otros, echará el cierre con una de las figuras más emblemáticas del momento, el cantaor Miguel Poveda el viernes 24 en el Teatro del Generalife. Su personalidad y esa exquisitez que decora su cante, lo convierten en uno de los imprescindibles del flamenco (y la música) del siglo XXI.
En varias ocasiones el artista ha puesto voz a distintos poemas del granadino, alrededor de quién diseñó Enlorquecido, un fascinante recorrido por la obra de Federico, que combina flamenco con una cuidada instrumentación.
Sábado 25
El conjunto sevillano Vandalia se presenta en su formación original y esencial de cuarteto vocal con un programa de polifonía renacentista española que tiene como centro la Misa de Bomba del granadino Pedro Bermúdez, un compositor formado junto al onubense Rodrigo de Ceballos, cuando este fue maestro de la Capilla Real granadina, y que terminó sus días en América. Esa misma noche, habrá una cita en el Palacio de Carlos V con la Orquesta Sinfónica de Galicia bajo la dirección de su titular, Dima Slobodeniouk, y con el pianista Bertrand Chamayou, en el Patio de los Mármoles.
Domingo 26
El violonchelista agoba Fanlo dará un concierto matinal en el Crucero del Hospital Real el domingo 26. El vasco plantea este recital bajo la sombra de Bach, con su Suite núm. 1 para violonchelo solo. Pero, detrás de Bach está también la música del madrileño Alfredo Aracil, pues su Praeludium fue concebido explícitamente como preámbulo a esa Suite núm. 1. Aracil nos cita (Rendez-vous, estreno) al encuentro con su idea del tiempo-burbuja, ese en el que las grandes obras musicales se imbrican entre sí en una historia más circular que lineal. Y el círculo se cierra con Postludium, encargo del Festival para este concierto.
Por la noche, el excepcional pianista Krystian Zimerman será el encargado de hacer la clausura del Festival acompañado de la Orquesta Ciudad de Granada con la última de sus tres actuaciones. En este caso ofrecerá el concierto para piano y orquesta núm. 4 en sol mayor, op. 58 y el Concierto para piano y orquesta núm. 5 en mi bemol mayor «Emperador», op. 73, de Beethoven; el que ha sido el gran protagonista de este festival.
Será el broche de oro inmejorable para una edición valiente e histórica, celebrada en tiempos de post pandemia, que ha vestido Granada y la Alhambra de música y danza a lo largo de 32 jornadas y 70 espectáculos, y que ha dedicado 17 de los 44 conciertos al genio de Bonn por el 250 aniversario de su nacimiento.
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