
Dieron el salto a trabajar directamente con las armonías y las dinámicas polirítmicas, la improvisación y a veces, muchas, con la atonalidad sin necesidad de ser serialistas. Claro eso exige mucho estudio y práctica individual y no solo «ensayos». Estar siempre al borde del abismo.
Justo estas ideas son las que apoya Leo Figin, ruso en Londres, con su mítico sello Leo Records.
Los temas del disco están firmados por los tres, son grandes instrumentistas, grandes compositores y sabiamente arriesgados.
¿Free Jazz? A veces, en otra composición claramente contemporánea, por momentos rabiosa improvisación y en algunos, suave lirismo musical. Por todos estos ambientes y «atmósferas» pasan las nueve composiciones del disco. Yo me he habituado a escucharlas del tirón en estos días, como si fuera una suite, tomando algunas notas en el móvil para redactar esta reseña.
De Baldo y Lucia, obviamente, tengo muchos datos y no solo «musicales» – la comunidad jazz de España no es tan extensa- pero de Juan Saiz solo sabía de su existencia, no sabía que es cántabro formado en Barcelona y Bélgica. ¡Sorpresa! Nadie allí me había hablado de él, siendo como es ahora Cantabria mi segunda región.
Un disco que recuerda la frescura de las salvajes composiciones e improvisaciones del AEOC y del resto de la vanguardia americana.
Enorme el juego que da alternar saxos y flautas por parte de Juan Saiz.
Con una producción sonora magnifica – grabado en Santander- echo en falta más información, unas notas de presentación, alguna foto de la sesión… Todo se andará.
Magnífico proyecto y trabajo que merece actuaciones, presentaciones y ventas, por supuesto.
Mi candidato a disco de jazz español en este año tan extraño y en algunas cosas abominable, aunque grabado en 2019.
Tendrá buena distribución en tiendas de discos, si no: leorecords.com y a disfrutar como hacemos ya algunos aficionados.
Ya me contarán.
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