Doce Notas

Mozart in the jungle, los entresijos de una Orquesta Sinfónica en clave de humor

notas  Mozart in the jungle, los entresijos de una Orquesta Sinfónica en clave de humor

Para estos tiempos de confinamiento y más para estos días de Semana Santa, cuando se supone se tiene algo más de tiempo, esta es una muy buena oportunidad para conocer, o revisitar esta serie de cuatro temporadas con capítulos de una media hora de duración que se ven sin pestañear.

La historia está basada en las memorias Mozart in the Jungle: Sex, Drugs, and Classical Music, escritas en 2005 de la oboísta Blair Tindall sobre su carrera profesional en Nueva York, tocando en diversos conciertos de alto nivel con conjuntos como la Orquesta Filarmónica de Nueva York y orquestas de shows de Broadway.

Mozart in the Jungle parte de una premisa muy sencilla: La ficticia Orquesta Sinfónica de Nueva York vive sus momentos más bajos. Su anterior director titular (interpretado por el actor Malcolm McDowell, que representa la tradición frente a la modernidad) deja la orquesta y necesitan encontrar un sustituto, que además, traiga aires renovados (y por qué no, publicidad y financiación algo que trae de cabeza a su gerente, interpretada con mucha gracia por Bernadette Petters).

El elegido es Rodrigo (así, a secas), a quien da vida un divertido Gael García Bernal, (un trasunto de Gustavo Dudamel para algunos críticos) un joven maestro con aire despreocupado, muy mediático, que va en bicicleta, tiene rastas, y que quiere quitarle la solemnidad de tiempos pasados a una formación que ha vivido tiempos mejores.

La trama se sustenta en la relación que establece Rodrigo con una joven oboísta, Hailey Rutledge, que intenta introducirse en el exigente mundo de una orquesta profesional. A partir de aquí se suceden los enredos típicos de una serie de humor, con el incentivo, de que, si el que el la ve, es un instrumentista de orquesta, o está metido en el mundo de la música clásica, puede verse reflejado en ciertas situaciones, como la relación director-músico, las «rivalidades» entre intérpretes, los choques de egos, las demandas del sindicato… (sin perder de vista que es lo que es, una serie de entretenimiento).

Y todo sustentado con una banda sonora con obras, como no, de Mozart, Chaikovsky, Sibelius (maravillosa la interpretación del Concierto para violín del músico finlandés que sirve como leitmotiv al final de la primera temporada), Schubert, Beethoven, Mozart, Villalobos o Bizet … y con el aliciente de ver cameos de Joshua Bell, Yo-Yo Ma, Nikolaus Harnoncourt, Lang Lang, Emmanuel Ax, Plácido Domingo o, como no, Gustavo Dudamel. A tener en cuenta en la tercera temporada la interpretación de una Monica Belucci reconvertida en una diva del bel canto… sublime.

No es una serie que quiera ser exacta en el día a día de una Orquesta Sinfónica (otra serie muy recomendable, quizá más rigurosa en seguir los pasos de una Orquesta Sinfónica, esta vez en clave dramática es la francesa Philharmonia), pero sí da guiños simpáticos que hacen que el que la vea quiera seguir conociendo un poco más de ese mundo ficticio con ciertas pinceladas de realidad. (no en vano, como dijimos, está basada en la obra de una ex- oboísta de la Orquesta Filarmónica de Nueva York).

Dónde verla. Prime Video que además, tiene una oferta de 30 días gratis

Nota de la autora: Siempre que se pueda, es una delicia verla en versión original.

www.primevideo.com

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