Piotr Ilich Tchaikovski, peterburgués ilustre donde los haya, será el encargado de abrir con su Concierto para piano y orquesta número 1 y cerrar con la cuarta de sus sinfonías la minigira de la Orquesta Filarmónica de Sant Petersburgo por la Península Ibérica. Tournée que recalará en el Auditorio Nacional de Madrid con sendas obras, respectivamente los días 21 y 23 de enero. A las órdenes del veterano Yuri Temirkanov, la orquesta emérita rusa, sustituye así a la Symphonieorchester des Bayerischen Rundfunks, que canceló su gira tras el fallecimiento de su director titular Mariss Jansons.
No obstante, Jansons, quien debiera abrir el año del cincuentenario de Ibermúsica, estará presente cuando menos simbólicamente en este doble programa. La orquesta invitada bien puede considerarse la primera gran formación sinfónica a la que estuvo vinculado el gran director letón. En 1973 fue designado director asociado de la por entonces denominada Orquesta Estatal de Leningrado, la misma que había dirigido previamente en los años 50 su padre Arvids Jansons. Yuri Temirkanov, quien dirigirá los cuatro conciertos programados por Ibermúsica -además de Madrid, la orquesta viajará a Zaragoza (20 de enero) y Alicante (24 de enero)- estuvo también estrechamente vinculado a la orquesta rusa en la década de los 70. Tras medio siglo en la élite de la dirección y haberse codeado con la flor y nata de las principales orquestas europeas, Temirkanov se enrola en una nueva gira acompañado en esta ocasión del joven pianista uzbeko Behzod Abduraimov.
Abduraimov interpretará el Primer concierto para piano de Tchaikovski (21 de enero) y el de Beethoven (23 de enero), obras a las que Temirkanov y los maestros peterburgueses replicarán en la segunda parte con sendas sinfonías número 4 de Brahms y Tchaikovski, respectivamente. Abduraimov se dio a conocer a los 18 años tras una soberbia interpretación del Concierto número 3 de Prokofiev, que le valió los elogios de la crítica internacional. A lo largo de la pasada década el joven virtuoso no ha dejado de crecer y madurar como músico junto a algunas de las orquestas más prestigiosas del planeta, a las órdenes de directores de la talla de Valery Gergiev, Manfred Honeck o Vladimir Ashkenazy.
La orquesta Filarmónica de San Petersburgo, amén de ser la formación sinfónica estable más antigua de Rusia, ha sido una de las más estrechas colaboradoras de Ibermúsica en sus 50 años de historia. De hecho, en 1971, en plena Guerra Fría y en los estertores de la dictadura franquista, hizo su debut en España y desde entonces no ha dejado desaprovechar las múltiples ocasiones que el Ciclo Orquestas del Mundo le ha ofrecido para visitar nuestro país.
Capitaneada por P.Ilie, A. Jansons, M. Jansons, P. Kogan, E. Mravinski o el propio Temirkanov, los abonados más veteranos de Ibermúsica han podido presenciar en directo a algunos de los directores soviéticos más legendarios de finales del siglo pasado. La penúltima semana de enero brinda de nuevo una doble ocasión para reencontrarse con la orquesta que estrenó algunas de las partituras más reverenciadas del repertorio ruso, Chaikovski a la cabeza.
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