Claro, no ignora algunos espacios y fusiones, alguna aún permanece en nuestros oídos y cerebros. Cuando en los 70 empezábamos algunos a escuchar bop y hard bop acústico – mi caso con Miles Davis, Coltrane o Charles Mingus – recibimos el zarpazo de Weather Report, especialmente I Sing the Body Electric o el “5” de Soft Machine. Todo se deconstruye en un instante, el siguiente es de construcción de un universo sonoro inimaginable en otras músicas: tradición y vanguardia caminan juntas.
Juanma Barroso ha transitado por experiencia y edad todos estos escenarios musicales, con más de treinta grabaciones como sideman y la cuarta – si no me falla la vista- como líder. Se ha formado en España y Nueva York con Al Foster y Ben Riley, así como acompañado a luminarias como Frank Lacy, Doug Raney, Phil Woods, Eddy Henderson, Sonny Fortune, Pedro Iturralde o Bobby Martínez entre otros. Todo esto está en el disco: desde Victor Lewis a Led Zeppelin pasando por Herbie Hancock – magnifico I Have a Dream– o Bill Evans – Very Early– además de sus propias composiciones, potente hard bop muy transformado en atmósferas y ambientes sonoros que las hace más complejas y actuales –Nas, por ejemplo-. Todos los temas magistralmente ejecutados por una formación de nivel continental compuesta por europeos y cubanos: Maikel Vistel.
Disco antológico sin duda, para éste humilde plumilla musical, uno de los mejores discos de jazz de 2019 sin duda. Muchas vueltas en mi reproductor, hasta me ha hecho rebuscar antiguos fondos como los magníficos acercamientos «Pequejazz» que regale infructuosamente a mi hija hace ya mucho tiempo.
Sin duda una obra con muchas lecturas y muchas escuchas.
Por ser un poco incordión, por poco más se puede producir un cd con más información, notas de presentación, traducción en inglés de esas notas y bios. Los aficionados actuales y futuros lo agradecerían. En la clásica se hace y funciona. Echo en falta la implicación financiera de instituciones culturales españolas en este tipo de producciones, como vemos en Europa.
Acabo con mi coletilla habitual: qué gran momento para el jazz peninsular en una realidad sin redes, circuito de salas ni posibilidades de venta amplia de unas obras grabadas históricas. ¿Responsables? Todos, no lo dudo, pero en Francia le han puesto remedio al tema. Aquí no.
No caer en el desanimo: veo una luz allá lejos. Busquen en su tienda habitual y disfruten.
____________________________