Doce Notas

Christoph Eschenbach dirige a Mahler en el inicio de curso de la OCNE

clasica  Christoph Eschenbach dirige a Mahler en el inicio de curso de la OCNE

© Herbert Pfarrhofer

El eterno devenir. Del yin al yang y viceversa. Con este escueto mandamiento podríamos resumir el decálogo sinfónico de Gustav Mahler y su corpus programático. Y de entre todas sus sinfonías, la que mejor ejemplarice quizás esa lucha de opuestos es la que inaugura el próximo viernes 4 de octubre (19:30 horas) la temporada de La Orquesta y Coro Nacionales de España. La Sinfonía nº2 en do menor Resurrección nos permitirá además reencontrarnos con uno de los directores más reputados de su generación. El alemán Christoph Eschenbach regresa un año más al Auditorio Nacional y de nuevo lo hace acompañado de dos solistas de excepción, la contralto sueca Anna Larsson y la soprano norteamericana Marisol Montalvo, en un programa sabiamente bautizado con el oxímoron: ‘Morir para vivir’. A las voces de Larsson y Montalvo se le unirán las del Coro Nacional de España en el quinto y último movimiento Auferstehung, que da nombre a esta colosal partitura de casi noventa minutos.

La sinfonía se estrenó en Berlín en 1895, tras un largo periodo de incubación que se prolonga entre los años 1887 y 1894, no exento de vacilaciones y progresivos añadidos. Aunque son varios los referentes literarios que inspiraron la sobrecogedora y esperanzada obra de Mahler, tradicionalmente se la relaciona con el poeta germano Friedrich Gottlieb Klopstock, cuyo poema Auferstehung (Resurrección) el compositor austriaco llevara al pentagrama en el quinto y último movimiento de la obra. Sin olvidar el no menos célebre cuarto pasaje, Urlicht (luz primigenia) para contralto, lied extraído del cancionero popular Des Kaben Wunderhorn, al que tan a menudo acudió Mahler a lo largo de su obra.

Anna Larsson se ha ganado la admiración de público y crítica especialmente por sus interpretaciones de la música vocal de Gustav Mahler. No en vano la Sinfonía nº2 de Mahler fue la obra con la que debutó en 1997 con la Filarmónica de Berlín dirigida por su entonces titular, Claudio Abbado, otro consumado especialista en Mahler. La contralto, en el ámbito operístico, ha orientado sus esfuerzos preferentemente hacia el repertorio postromántico alemán (Wagner y Strauss) y contemporáneo y se la ha podido escuchar en los principales teatros de ópera europeos. Además del mencionado Abbado ha cantado a las órdenes de otras leyendas vivas de la dirección como Gergiev, Rattle, Pekka-Salonen o Mehta, además de los ya fallecidos Harnoncourt y Masur.

Por su parte Marisol Montalvo tiene en Eschenbach a su gran mentor, con quién se la ha podido escuchar en varias ocasiones y programas diversos. La joven soprano norteamericana, al igual que su partenaire Anna Larsson, muestra una gran devoción por la música del siglo XX y su predilección se centra especialmente en compositores más próximos al siglo XXI que al XIX, entre los que no faltan Boulez, Eötvös o Rihm.

El primer concierto de abono del ciclo sinfónico de la OCNE dirigido por Eschenbach se podrá escuchar también el sábado 5 de octubre (19:30) y el domingo 6 por la mañana (11:30). No será la última vez que los incondicionales de la ONE puedan disfrutar del maestro alemán en lo que resta de año. Christoph Eschenbach regresará al Auditorio Nacional los días 22,23 y 24 de noviembre, en esta ocasión para dirigir a la nacional en la Sinfonía n º104 de Haydn y la Sinfonía nº5 de Shostakovich.

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