Doce Notas

Torroella de Montgrí se rinde a los clásicos latinos y a los grandes del barroco

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El Festival de Torroella de Montgrí aún no ha alcanzado la crisis de los 40 -este año cumple su 39ª edición-, pero en 2019 se ha aliado con los clásicos para presumir de sabiduría secular. La dirección del certamen gerundense ha programado del 2 al 22 de agosto un total de 14 conciertos, cada uno de ellos prologado por una cita latina, que de algún modo sintetiza el mensaje de la propuesta musical. Estos proverbios extraídos del volumen Aurea dicta (considerado como uno de los compendios de sabiduría más valiosos de Occidente) ha contado con la colaboración del pintor Miquel Barceló, que ha interpretado en clave plástica, 120 de los 2.639 aforismos, en un volumen que recupera medio millar de ellos y que se publicará bajo el título de La Casa dels Clàssics. Los espectadores podrán visionarlos también en los distintos escenarios del festival. Se afianza así la vocación multidisciplinar – música, danza, literatura, filosofía y pintura- de una cita, que abre el próximo día 2 Jordi Savall con la Capella Reial de Catalunya, el Hesperion XXI y, como formación invitada, la Tembembe Ensamble Continuo (Auditori Espai Ter 22:00 horas).

La nueva inmersión músico-histórica de Savall lleva por título Memòries de l’esclavatge (1444-1888). Con la participación de 27 músicos de tres continentes pretende ser un homenaje a las víctimas de cinco siglos de esclavismo a través de músicas de África, España, Portugal y América Latina, que testimonian el sometimiento de millones de personas. A los instrumentos habituales de Hesperion XXI se le añaden otros como la kora, la viola de mano o la guasía, además de las voces de Mamani Keita, Tanti Kouyaté i Fanta Sayon Sissoko, Maria Juliana Linhares, Mohamed Diaby, Neema Bickersteth o Babou Cham, recitador.

Más íntimo se presenta el segundo concierto. A partir de una selección de fugas y preludios de Johann Sebastian Bach, Mal Pelo traduce el contrapunto del genial clavecinista germano a lenguaje corporal. El pianista Dani Tepfer y la coreográfa María Muñóz son las encargadas de dar una nueva dimensión acústica y espacial a una de las obras capitales de la historia de la música: El clave bien temperado. El dúo Tepfer-Muñoz dará inició a su recreación Bach a las 22 horas en el Auditori Espai Ter.

En una versión más purista y más exultante, Bach regresa al día siguiente al mismo escenario y a idéntica hora. En esta ocasión, de la mano de uno de los grandes especialistas vivos sobre el genio sajón. Ton Koopman y la Amsterdam Baroque Orchestra & Choir brindarán tres cantatas en versión íntegra: la BWV 110, la BWV 127 y la BWV 201. Esta última presenta la peculiaridad de ser una de las categorizadas como profanas y no sin cierta razón, ya que el texto cantado parte de una revisión de algunos pasajes de Las metamorfosis de Ovidio. La máxima benedictina Trabajar es orar, el epígrafe elegido para este tercer concierto, se justifica con las dos partituras previas. Martha Bosch (soprano) Maarten Engeltjes (contratenor) Tilman Lichdi (tenor) y Klaus Mertens (bajo) asumen los pasajes solistas.

Otro auténtico gurú de la música barroca, el violinista Fabio Biondi será el próximo en pasar por Torroella de Montgrí. En este caso en el Palau Soliterra (6 de agosto, a las 20:00 horas) con un programa del siglo XIX y acompañado a la guitarra barroca por Giangiacomo Punardi. Dedicado en exclusiva a Nicolo Paganini los dos maestros italianos nos brindarán un bello muestrario de la interesante e ingente literatura para guitarra y violín del músico genovés. No en vano Paganini, era también un consumado intérprete de las seis cuerdas.

El 8 de agosto en la Iglesia de Sant Genís (20:00 horas) retrocederemos de nuevo tres siglos en el tiempo para acoger el nuevo proyecto Llengües dolentes (Malas lenguas) de la formación vocal Cantoría. Un cuarteto vocal que reinterpreta a algunos compositores fundamentales del renacimiento y barroco español (Mateu Fletxa, Bartomeu Cárceres y Francisco Guerrero). Lejos de disociar la devoción divina y el deseo carnal, Llengües dolentes pretende demostrar todo lo contrario: plasmar musicalmente y al unísono la confluencia de pasión terrenal y devoción mística.

El festival se alargará hasta el 22 de agosto y en las sucesivas semanas pasarán también por aquí la Camerata Royal de la Orquesta del Concertgebouw y viejas caras conocidas como Joaquín Achúcarro o los músicos de la Simfònica del Vallès. En todas estas actuaciones no faltará una sentencia latina para apuntalar del todo la velada. Una interesante iniciativa la del Festival de Torroella, para que no solo las grandes marcas comerciales tengan en exclusividad el patrocinio de cada concierto. Patrocinio entendido en sentido amplio y no sólo crematístico.

www.festivaldetorroella.cat

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