Anna Margules interpretará un estudiado programa dedicado a músicas del Renacimiento y del Barroco, con interesantes incorporaciones de Cristóbal Halffter y Gabriela Ortiz. Casi una voz supone un interesante proyecto en que se trabaja la mímesis, planteada ya en el Renacimiento, entre voz y melodía de flauta.
«He escuchado flautistas dar a entender en su tañer, palabras. Que bien podría decirse que al instrumento solo le faltaba la forma del cuerpo humano…», escribió el tratadista de la flauta de pico Silvestro Ganassi allá por el año 1535.
A lo largo de los siglos, el puesto más alto dentro de la jerarquía establecida entre los instrumentos musicales pertenecía a aquel que fuera más cercano a la voz humana. La flauta de pico estaba en ese lugar porque compartía con ella la posibilidad de crear sonido a través del aire, y aún más: podía, según muchos, articular frases y palabras casi como si estuviéramos escuchando a alguien hablar.
Por otra parte, los ministriles de casi todas las épocas se servían de la flauta de pico para ornamentar, improvisar, variar y así transformar las piezas vocales que todo el mundo conocía y formaban ya parte del imaginario colectivo en obras realmente instrumentales.
Sin embargo, no hay que olvidar la voluntad que siempre han tenido los instrumentos de independizarse completamente de lo vocal. A partir del siglo XVII esta idea empieza a fructificar hacia la gran emancipación que llegaría mucho más tarde, a finales del siglo XVIII, cuando la música instrumental, sin texto y sin argumento externo empieza a existir por sí misma…
Iglesia Evangélica Alemana de Madrid
(Paseo de la Castellana, 6)
6 de julio de 2019. 19 h.
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