Strauss, Elgar y Sibelius, sobre todo estos dos últimos, se empecinaron en avivar los últimos rescoldos del romanticismo, cuando muchos ya habían pasado página y exploraban terceras vías. Coetáneos a fin de cuentas – Edward Elgar nació en 1857, Richard Strauss en 1864 y Jean Sibelius en 1865- perseveraron, cada uno a su manera, en dilatar ese siglo XIX, que se resistían a abandonar del todo.
Tres aproximaciones personales al posromanticismo sinfónico servirán de clausura a la 49ª edición de Ibermúsica, que concluye el próximo jueves 30 de mayo con una orquesta a día de hoy inédita para el ciclo: la Orchestra of the Age Enlightenment con Vladimir Jurowski a la batuta. La cita será de nuevo en el Auditorio Nacional a las 19,30 h. y en ella se podrán escuchar la Serenata para cuerdas en mi menor op.20, de Elgar, la Sinfonfía º2 en Re Mayor op 43, de Jean Sibelius y el Concierto para violín en re menor op.8, de Richard Strauss. Para la última obra citada contarán además con la violinista rusa Alina Ibragimova, quien también debuta en Ibermúsica. No así Vladimir Jurowski. Desde 2014 el maestro ruso acude ininterrumpidamente a la cita que reúne a las mejores orquestas del planeta.
La Serenata para cuerdas op.20, de Edward Elgar, estrenada en 1896, siempre se contó entre las obras predilectas del compositor inglés a pesar de su modesta factura. Apenas tres movimientos (Allegro piacevole, Larghetto y Allegretto) en los que se plasman ese lirismo perennemente nostálgico, que parece irradiar el imaginario sonoro del músico de Worcester, muy especialmente su escritura para cuerda.
Una década antes, un joven compositor bávaro trataba de abrirse camino en Viena y entre sus primeras obras de gran formato que buzoneó figura el Concierto para violín op.8. Compuesta entre 1881 y 1882 y estrenada en 1890, la primera y una de las escasas obras concertantes de Richard Strauss, no pasa por ser precisamente la página más célebre de su autor. Alina Ibragimova asume en esta ocasión el reto de trascender esta composición de juventud del que, a la postre, se convertiría en uno de los grandes músicos de principios del siglo pasado.
La segunda parte del concierto se dedicará íntegramente a la Segunda Sinfonía de Jean Sibelius. El opus 43 del compositor finés vio la luz por primera vez el 8 de marzo de 1902 en Helsinki con el propio Sibelius a la dirección. Como en tantas obras orquestales del escandinavo, la mirada al paisaje de su Finlandia natal suele ser recurrente, aunque la partitura se concibiera durante un retiro del compositor junto a la Riviera Italiana.
Como ya se ha dicho Vladimir Jurowski es un fiel colaborador de Ibermúsica. En la actualidad ostenta la titularidad de la Rundfunk-Sinfonienorchester Berlin, amén de ser director principal de la London Philharmonic Orchestra. Ha dirigido a las principales orquestas del Viejo y Nuevo Continente, además desde 2017 colabora con el Festival de Salzburgo, sin olvidar su intensa dedicación al repertorio operístico, que ha tenido ocasión de demostrar en los fosos más exigentes como el Metropolitan de Nueva York, el Bolshoi de Moscú, la Opera National de París, la Scala de Milán o la Semperoper de Dresde.
Entre los inminentes compromisos de Alina Ibragimova, tras su paso por Madrid, figuran la Royal Concertgebouw, la Symphonierochester des Bayerischen Rundfunks o la Symphonique de Montréal. La joven violinista rusa, discípula de Christian Tetzlaff, entre otros, muestra también gran predilección por el repertorio camerístico con frecuentes apariciones en los principales auditorios y festivales de Europa y América.
debido a un problema de salud.
Rogamos disculpen las molestias.
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