Doce Notas

Donizetti Litúrgico

cdsdvds  Donizetti LitúrgicoLa preocupación por entender y preservar el pasado que desde la ilustración ocupa un lugar privilegiado en el pensamiento occidental, ha tomado las más diversas formas. Una de ellas ha sido, desde la segunda mitad del siglo XX, la recuperación de repertorios olvidados (con el movimiento de músicas históricas a cabeza) que nos ayuda a entender de manera cabal circunstancias, personajes y obras. El que este impulso se haya manifestado en la primera grabación de piezas de un compositor tan ilustre como Gaetano Donizetti es un hecho más que significativo.

Si bien todos ubicamos a Donizetti como uno de los patriarcas del Bel Canto, poco se sabe sobre su vida o de cómo llegó musicalmente a ese punto (en la cabeza de los melómanos están en niño genio que fue Mozart o los “años de galeras” de Verdi). El sello Naxos nos trae el trabajo del Simon Mayr Chorus, Concerto de Bassus y un competente grupo de solistas, con Franz Hauk al frente, quienes han fijado en estudio parte del desconocido trabajo del maestro como compositor de música litúrgica, en este caso, salmos para las vísperas.

Siendo que Donizetti se Formó dentro de lo que funcionaba como cantera de músicos para la catedral de Santa Maria Maggiore, de Bergamo, pasar por alto la vinculación del compositor con la música litúrgica es perdernos una parte de su historia. Y el interés de la grabación reside también en llevar al estudio repertorio litúrgico del XIX que, por varias razones, sobre todo historiográficas, se ha visto ensombrecido por sus antecesores renacentistas y medievales y relegado a un silencio que parece sugerir inexistencia.

Ahora bien, lo que aquí nos traen Hauk y sus músicos es un curioso objeto musical. Se trata de salmos de vísperas, perfectamente ajustables a un uso litúrgico normativo, por su extensión y plantilla, pero que contienen las principales características del estilo del maestro de Bérgamo: su tendencia al preciosismo expresivo y su forma de organizar el material siguiendo un patrón que podríamos definir como poliseccionalidad integrada, lo cual veremos plenamente explotado en los últimos románticos como Verdi o Wagner y que aquí solo lo vemos más bien en potencia.

El cd, que sigue el orden litúrgico, abre con un brillante Deus in adjutorium meum intende que nos presenta a coro orquesta y solistas. A este breve salmo le sigue un lucido Dixit Dominus que ocupa cinco tracks entre intervenciones de solistas y de conjuntos.

La séptima pista está dedicada a un interesante Beatus vir, que aprovecha el recitativo para escanciar parte del texto, haciendo un todo con las secciones más cantábiles de esta intervención exclusiva para tenor. Para el próximo track volvemos a encontrar a coro y solistas en otra expresiva participación conjunta, en este caso el salmo Laudate pueri.

Al coro lo volvemos a encontrar junto con los solistas en el salmo Iste confesor y el Magnificat (pistas once y doce respectivamente), reservando a los solistas para los restantes In convertendo, Nisi Dominus y el precioso Salve Regina para soprano solo, que funciona como especial “cierre de programa”.

Si pensamos en un Donizetti que se formó –en canto, tecla y composición– en la cantera para la capilla de una catedral, que debutó en el escenario a los catorce años en un papel de compositor genial y que luego llegó a ser el maestro de música escénica que conocemos, no es de extrañar que sus inquietudes creativas y formales estuvieran a la vanguardia europea, siguiendo un camino que pronto recorrerán tantos otros. Cuando la amplitud miras se vive, el resultado se cosecha. Vale la pena tomar nota de ello en estos años de ultra-especialización.

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