LA PLATA LEVANTINA

Pocos argumentos hacían falta a esta nueva entrega del Festival de Música de Alicante, aparte del número de edición –el 25– capaz de justificar la solidez de la gran apuesta anual por la creación contemporánea. Esta vez, la estructura se centra en reflexionar sobre la evolución de la música en este cuarto de siglo vista desde la atalaya de esta cita que, a caballo entre dos estaciones y con la firma de orfebre una vez más de Jorge Fernández Guerra, pone broche por lo grande a la sucesión de convocatorias estivales. Nueve días que invitan a la celebración de la música de hoy con fórmulas familiares para los
seguidores de este Festival. Como los estrenos absolutos, en esta ocasión once obras, buena parte de ellas encargos, incluida la creación radiofónica de Andrea Sodomka a petición de Radio Clásica.

En el capítulo de sorpresas encaja la presencia del legendario cuarteto norteamericano Kronos, que tantos caminos ha abierto en la creación musical y que acude por primera vez a Alicante para actuar en el Teatro Principal, un día después otro esperado debut: el del ensemble alemán musikFabrik, que compartirá los honores de las agrupaciones de mayor tamaño con dos conjuntos españoles, BCN216 y el Grup Instrumental de València. Regresando a los cuartetos, además del Kronos son de obligada referencia el francés Diotima y el Aron vienés, este último
con la presencia del clarinetista valenciano Joan Enric Lluna.

Dos grupos jóvenes de la región: el Ensemble Espai Sonor y el Quartet de Clarinets A Tempo,
dejarán constancia de la reconocida calidad de estos músicos con carisma suficiente para una proyección más allá de nuestras fronteras, que han querido adentrarse en un repertorio arriesgado y desconocido. Como cada año, el Festival vuelve a apostar por los creadores españoles afianzados cada vez más en el panorama: desde Marisa Manchado y José Iges a Mauricio Sotelo, cuyo nombre tiene presencia en tres programas distintos: el del Grup Instrumental de València, que, con Cañizares a la guitarra procederá al estreno en España de Como llora el viento; el de musikFabrik, que incluyen en su
programa Chalan y el de Diotima, encargado de la première absoluta, de La mémoire incendiée: la guitare, encargo del CDMC al igual que Contextos,
de Elena Mendoza; Es particular, Op. 80, de Sonia Megías y el homenaje que Jesús Torres ha titulado In memoriam Gonzalo de Olavide. El punto final le corresponde por derecho a Carles Santos, último Premio Nacional de Música.