Doce Notas

Veteranía y savia nueva en el programa doble de Ashkenazy y la Philharmonia Orchestra en Madrid

clasica  Veteranía y savia nueva en el programa doble de Ashkenazy y la Philharmonia Orchestra en Madrid

Toda una leyenda del piano y desde hace unas décadas también de la dirección de orquesta, Vladimir Ashkenazy, regresa a Ibermúsica en compañía de dos solistas de excepción: la joven violinista Esther Yoo y la consagrada pianista rusa Elena Bashkirova. La Philharmonia Orchestra será la encargada de vehicular las dos obras concertísticas, programadas para los días 24 y 25 de abril: el Concierto para violín, de Chaikovski y el Concierto para piano nº 21, de Mozart respectivamente. Todo ello a las órdenes de Ashkenazy, viejo conocido de Ibermúsica, tanto en su condición de solista como de director de orquesta.

El primer programa tendrá un marcado acento ruso. La norteamericana de origen coreano se medirá a una de las partituras más arriesgadas de todo el repertorio violínístico. El pirotécnico Concierto para violín en re mayor op.35, de Piotr Ilich Chaikovski será la carta de presentación de la Philharmonia en su presente participación en el ciclo Ibermúsica. En la segunda parte escucharemos la Sinfonía nº10, de Dmitri Shostakovich, en la que muchos críticos han querido ver una plasmación de la angustia (y el desahogo final) del compositor soviético frente al terror de la persecución stalinista. La obra fue estrenada al poco de la muerte del dictador.

A sus 29 años, Yoo no deja de asombrar a auditorios de toda condición. Todo ello consecuencia de una fulgurante carrera, que inició a muy temprana edad. Con 16 años se alzó con el Primer Premio del Concurso Internacional Sibelius. No es la primera vez que la norteamericana colabora con el maestro Ashkenazy y con la Philharmonia Orchestra, con ambos registró en 2017 la misma obra que el miércoles podrán escuchar los asiduos al ciclo de Ibermúsica. La relación de Yoo con la mentada formación orquestal está tan consolida, que en el presente curso realizará dos giras con la Philharmonia (con su titular, Esa-Pekka Salonen y con su director principal invitado, la que aquí nos concierne). Esther Yoo toca el Stradivarius ‘Príncipe Obolensky’, una reliquia de 1704.

La carrera pianística de Elena Bashkirova se ha visto relanzada en los últimos años coincidiendo con su labor de mecenazgo musical, especialmente a raíz de la promoción de sendos festivales de música camerística en Jerusalén y Berlín. Pupila e hija de Dmitri Bashkirov, estamos ante una solista versátil, que ha cultivado por igual la música camerística, el repertorio más contemporáneo y sus actuaciones como solista arropada por orquestas de primer nivel. Para su visita conjunta con la Philharmonia acude con el Concierto número 21 K.467, obra que califica como la quintaesencia de dicha forma concertística. Su interpretación de Mozart vendrá preludiada por la obertura Mar en calma y feliz viaje de Felix Mendelssohn y postergada por las Variaciones Enigma de Edward Elgar.

Poco se puede añadir a la figura colosal de Vladimir Ashkenazy que no se haya dicho ya. A su prolífica discografía pianística hay que añadir su no menos dilatada carrera como director de orquesta. Quien se diera a conocer en el ya lejano Concurso Internacional Chopin de Varsovia de 1955 es hoy una leyenda viva allá por dónde recala. Vinculado desde hace décadas a la Philharmonia Orchestra, de la cual en 2000 fue nombrado principal director honorífico, el maestro ruso, a sus 81 años, sigue manteniendo una intensa agenda. Sin ir más lejos, desde el año pasado ostenta la dirección emérita de la Sydney Symphony Orchestra.

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