Mariss Jansons. Alisa Weilerstein. Evgeni Kissin
No sea que a alguien le pase por alto. L’Auditori ha hecho los deberes y ya se ha encargado de que la próxima temporada no desatienda el acontecimiento musical de 2020: el próximo año se cumple 250 años del nacimiento de Ludwig van Beethoven (1770-1827). Efeméride que la institución barcelonesa no desaprovechará para rendir repetidos homenajes al genial compositor alemán a partir del mes de septiembre. La sala de conciertos ha presentado ya la Temporada 2019-2020 de la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC), así como la de los ciclos paralelos: Música Antigua y Música de Cámara, que tendrán todos ellos marcado acento beethoveniano, con motivo del 250 aniversario.
A partir de una imagen gráfica elaborada por Perejaume, l’Auditori ha creado un paraguas con el que busca unificar el discurso artístico de todos los ciclos propios. En esta primera edición lo harán situando como eje central a Ludwig van Beethoven, amén de mantener fiel su apuesta por los compositores invitados, que en el curso siguiente pivotará entre Ramon Humet y Pablo Carrascosa.
Entre las novedades de la temporada, la OBC ha creado un nuevo ciclo de abono para los jueves, además de una campaña promocional bautizada como Tarifa Plana 25, una modalidad que posibilitaría a todos los menores de 25 años acceso ilimitado a los conciertos de L’Auditori por sólo 50 euros.
Coincidiendo con la efeméride se ha programado paralelamente el Festival Beethoven250 con el que se pretenda dar, si cabe, otro giro de tuerca en la agitada agenda sinfónica de la ciudad condal. Así se trata de un proyecto artístico, unificado y transversal que buscar ofrecer una “extensa lectura de la música y las influencias de este compositor de forma transversal”. A pesar de lo de inabarcable de su producción y legado, se ha programado una temporada que incluye la mayor parte de su integral sinfónica bajo la dirección de de Kazushi Ono, Jan Willem de Vriend y Rudolf Buchbinder. Este último además simultaneará dirección y parte solista en la integral de los cinco conciertos para piano del genio de Bonn. Tendremos asimismo la ocasión de escuchar dos auténticas rarezas vocales de Beethoven, concretamente la escena y aria Ah perfida! y el terceto Tremate, empi trémate. A las sinfonías y conciertos cabe añadir el delicioso Triple concierto para violín, cello y piano, que contará, entre otros, con el concurso de la chelista Alisa Weilerstein.
Aunque quizás los dos conciertos más esperados de la temporada, por la envergadura de sus intérpretes, son los coparticipados por el promotor BCN Clàssics. La Orquestra Sinfónica de la Radio de Baviera, dirigida por su titular Mariss Jansons, recalará en el Auditori con la Segunda Sinfonía, mientras que el pianista ruso Evgeni Kissin acude de nuevo a Barcelona, esta vez con un programa monográfico Beethoven, integrado por sonatas y variaciones. En el capítulo de estrenos conviene reseñar él de dos obras contemporáneas inspiradas en el compositor nexo: Absolute Jest, de John Adams y Two episodes, de Magnus Lindberg. Por primera vez a nivel mundial se interpretará la ópera Prisoners of the State ,de David Lang, basada en el libreto original de Fidelio.
La inmensidad de Beethoven no se agota en el gran formato, ya que el ciclo de cámara de l’Auditori ha programado una insólita maratón de 14 horas, durante la cual se interpretarán la integral de los tríos para piano, las sonatas para cello y las sonatas para violín. En este dilatado e ininterrumpido homenaje en clave camerística participarán formaciones como el Trío Ludwig y el Trío Fortuny o intérpretes como Vera y Claudio Martínez Mehner, Miguel Colom o Arnau Tomàs.
Tampoco la temporada de música antigua se olvida del gran sinfonista germano. Llibertat. Entre el caos i l’ordre lleva por título la segunda edición del Festival Llums d’Antiga, en la que de nuevo Jordi Savall se aproximará al universo del compositor desde rigurosos criterios historicistas, en su particular itinerario por la integral in progress de las nueve sinfonías.
La vocación crossover de este Festival Beethoven250 se plasma en multitud de iniciativas procedentes de disciplinas no vinculadas aparentemente con la música clásica. Es el caso de la propuesta de la artista sonora Christine Sun Kim (diagnosticada de sordera al nacer) y encargada por el Ensemble Contrechamps. Llama la atención también 9BeetStretch, una instalación sonora en la que el artista escandinavo Leif Inge aminora ostensiblemente el tempo de la Novena Sinfonía para convertirla en una obra de 24 horas de duración. Hasta el jazz se atreverá a coquetear con la marca Beethoven. Será a través de Revisiting, una relectura de las sonatas para piano encargada al pianista Xavi Torres. Dentro de la programación de la sección Escenes, la sordera de Beethoven interpelará al espectador invitando a una reflexión sobre el arte a partir del punto de vista (o punto de oído) perceptivo
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