
© John Hogg
Llega al Teatro Arriaga uno de los títulos por antonomasia en el mundo de la cultura y, también, cómo no, en el específico del ballet y la danza: El lago de los cisnes. Y llega concretamente una versión impactante y de primerísima calidad a cargo de Dada Masilo, la coreógrafa y bailarina sudafricana, considerada por los expertos como una de las artistas de danza más interesantes surgidas en las últimas décadas en el continente africano. Ella es la creadora de la coreografía (y la principal bailarina, con solos asombrosos) de este Swan Lake (El lago de los cisnes), que podremos ver en el Teatro Arriaga el fin de semana, en concreto el viernes día 1 y el sábado 2 de febrero, ambos días a las 19:30.
Casi desconocida por el público europeo, la joven coreógrafa sudafricana Dada Masilo (nacida en Soweto en 1985), se está labrando un enorme prestigio internacional. De hecho, es requerida para impartir talleres de danza con bastante asiduidad en Estados Unidos. Sus interpretaciones únicas e innovadoras de los ballets clásicos han recibido elogios unánimes. Es el ejemplo de este Swan Lake, uno de los espectáculos más regocijantes de la temporada, que llega al Teatro Arriaga después de haber triunfado en la Bienal de danza de Lyon y en el Musée du quai Branly de París.
Respeto e innovación
Con una compañía de once bailarinas y bailarines africanos (la Dance Factory Johannesburg) y, Dada Masilo se apropia de este gran clásico, con sus temas, la música de Tchaikovski, sus tutús y sus zapatillas de punta. Y partiendo desde un profundo conocimiento y respeto al clásico, no en vano Dada Masilo adora los ballets clásicos (hizo Romeo y Julieta en 2008, y Carmen, en 2009), la artista rompe moldes estéticos y artísticos, dándole un nuevo soplo y una nueva vida al cruzar la cuestión de los sexos y los géneros, y la de la homofobia en un país devastado por el SIDA. En su coreografía, mezcla virtuosamente la danza de puntas y la danza contemporánea con poderosas influencias africanas, y esto con una energía explosiva y una buena dosis de humor. Esta fusión ofrece como resultado un Lago de los Cisnes tan reconocible como sorprendente. En definitiva, Swan Lake es una obra repleta de vitalidad, seducción y diversión a raudales, que es exactamente lo que vivirá el público que acuda a una de sus dos representaciones en el Teatro Arriaga.
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