Doce Notas

Clase magistral con Diego el Cigala en el Conservatori del Liceu

Clase magistral con Diego el Cigala

Entrada general: 10 euros

Alumnos Centro Superior: entrada gratuita con el carné de estudiante (no es necesario reservar entrada)

Alumnos Centro Profesional del Conservatori Liceu: entrada gratuita reservando la entrada y aplicando un código promocional de descuento (es necesario reservar la entrada)

Estudiantes de Música de otros centros: 5 euros (es necesario reservar entrada y acreditar la condición de estudiante con el carné correspondiente)

Personas que hayan comprado una entrada para el concierto del mismo artista que imparte la masterclass: Gratuito (es necesario reservar la entrada a la masterclass y aplicar el promocode que sale impreso en la entrada del concierto)

Diego el Cigala, el cantaor más internacional

De todos los cantaores que han traspasado las fronteras del flamenco para acercarse al feliz maridaje con el jazz (que hace décadas que también cultivan los grandes guitarristas del género), seguramente Diego el Cigala es uno de los nombres más internacionales y que han conseguido que este mestizaje llegue con más fuerza al gran público. Como olvidar aquel Lágrimas negras que, a pesar publicarse en 2003, ya podemos calificar de legendario por el auténtico fenómeno de masas en que se convirtió.

Sin embargo, antes del feliz “matrimonio artístico” con Bebo Valdés que le hizo famoso mundialmente, Diego el Cigala ya hacía años que se movía entre los nombres más reputados del cante y el toque. El sobrino de Rafael Farina, madrileño de origen, ya ganó un premio con doce años que le abría las puertas a trabajar con Cristóbal Reyes, Mario Maya o Farruco, y, más adelante, a grabar con tótems de la talla de Camarón, Gerardo Núñez o Vicente Amigo.

Su carrera discográfica en solitario se mantuvo fiel a este espíritu de excelencia y de inquietud por los lazos del flamenco con otros géneros y disciplinas artísticas. Precisamente, en su tercer disco producido por Javier Limón, Corren tiempos de alegría, se aliaba con Niño Josele y músicos de jazz latino que habían participado en el filme Calle 54 de Fernando Trueba, y entre ellos dos figuras que cambiarían su carrera, Jerry González, con quien grabó Piratas del flamenco, y el mítico pianista cubano.

Trueba fue también el artífice de Lágrimas negras, un proyecto íntimo que desbordó todas las previsiones: Bebo Valdés y Diego el Cigala formaban una unión exquisita, emocional y de factura impecable pero nada artificial, que lideró las ventas durante dos años y les brindó dos Grammy, cinco nominaciones a los Grammy Latinos y la calificación de Disco del año por The New York Times.

El cuidado y las referencias culturales se han mantenido en cada uno de sus trabajos, desde el diálogo con la obra de Picasso a Picasso en mis ojos (y con músicos de lujo como Paco de Lucía, Tomatito o Raimundo Amador) hasta el acercamiento a los boleros, coplas, tangos y salsa de Dos lágrimas y Romance de la Luna Tucumana.

Clase magistral de Diego El Cigala

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