Códice las Huelgas
A partir de su redescubrimiento en torno a 1930 por Higini Anglès, el Códice de Las Huelgas pronto ocupó un sitio de honor entre los amantes y estudiosos de la música medieval como una de las fuentes más importantes de este periodo, no solo por la diversidad inusitada de estilos que contiene o por la belleza de las piezas que conserva, sino por su asociación con el célebre monasterio burgalés de Santa María la Real de las Huelgas.
Este pasado mes de julio le ha tocado al veterano Dominique Vellard y su Ensemble Guilles Binchois el traernos una propuesta discográfica con una recopilación de piezas de este códice. Para un manuscrito irremediablemente asociado a la praxis musical femenina o su idea de ella, traducida en el hecho de que las producciones monográficas se limiten casi exclusivamente al uso de voces femeninas, el hecho de que Vellard cuente con voces masculinas para la mitad del material grabado es una novedad que celebrar.
Quedando como un hecho muy significativo, la primera pieza que escuchamos grabada en el CD es el planctus Rex obiit, dedicado a la muerte del rey Alfonso VIII, cuya memoria se ha mantenido viva en el monasterio, algo de lo que las monjas de este cenobio se ocuparon con dedicación durante la Edad Media. Al planctus le sigue el conductus Casta catholica / Da dulcis domina, que da paso a un grupo de piezas para la misa, todas ellas tropadas: Kyrie fons bonitatis, Gloria spiritus et alme, Sanctus cleri cetus psallat letus y Agnus dei o Jhesu salvator, de entre los varios de este tipo contenidos en el manuscrito.
La grabación avanza con otro conductus, Audi pontus, audi tellus, otro sanctus, el tropo Sanctus, veni redentor gentium y otro par de conducti: Bonum est confidere y Mater, patris et filia, y ya en este punto vemos como es este último estilo el que Vellard toma como estandarte en la producción.
A continuación volvemos con otro planctus, esta vez Plange castella misera al que le sigue otra interpolación doble de conducti: Quod promisit ab eterno y Omnium in te Christe credentium.
Lo que sigue a continuación es uno de los cuatro motetes incluidos en esta producción: Claustrum pudicicie / Virgo viget melius /Flos filius, y es que no podía faltar en una producción dedicada de manera más bien global a esta fuente copiada a principios del siglo XIV, una representación del motete, el gran genero de la música polifónica de estas décadas.
Seguidamente nos encontramos con uno de los bellos Benedicamus tropados del códice: Benedicamus Domino cum cantico, para volver al motete con Virgo virginum.
De las prosas copiadas en el manuscrito Vellar ha escogido para esta producción Iocundare plebs fidelis, donde podemos encontrar a los grupos de voces femeninas y masculinas, que ante escuchamos repartidamente en unas y otras piezas y juntos en el Sanctus veni redemptor gentium, esta vez alternarse a lo largo del hermoso poema latino.
El colofón de esta grabación son el dúo de motetes, O Maria maris stella / O Maria dei cella / [Veritatem] y O Maria Virgo davidica / O Maria maris stella / [Veritatem] y para cerrar con el monumental Benidicamus dominum del más puro estilo de organum de Notre Dame.
Que ante la corriente dominante de grabar y programar en concierto la música del Códice de Las Huelgas solo por voces femeninas, Vellard decida incluir la sonoridad de aquellas masculinas, al mismo tiempo que propone versiones personales con respecto al canto monódico de este manuscrito, y todo ello dentro de una producción artísticamente redonda y con una economía de recursos del mejor gusto, nos dice que las iniciativas por llevar al publico performances con criterios históricos rigurosos no está reñida con nuestra búsqueda como artistas del siglo XXI por la belleza viva en aquello que se quiere que siga siendo escuchado y disfrutado por el público.
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