Doce Notas

Yefim Bronfman debuta en Ibermúsica con tres cimas pianísticas del siglo XIX

clasica  Yefim Bronfman debuta en Ibermúsica con tres cimas pianísticas del siglo XIX

Yefim Bronfman © Oded Antman

Ibermúsica abre el próximo 24 de octubre su serie dedicada a recitales con el pianista estadounidense de origen ruso Yefim Bronfman. Aclamado en los más prestigiosos auditorios de todo el mundo no es Bronfman un intérprete que se prodigue mucho en nuestro país. Para su debut en solitario en el ciclo antes mencionado ha diseñado un interesante programa decimonónico en la dimensión más amplia del término, que da cuenta de la evolución de la escritura pianística a lo largo del siglo XIX: Schubert, Schumann y Debussy. La cita será a las 19,30 h. en la sala sinfónica del Auditorio Nacional.

La Humoreske de Robert Schumann, auténtico tour de force del compositor sajón estructurado en siete rounds, será la primera de las obras que escucharemos en un recital que culminará su primera parte con cuatro exquisiteces pianísticas de Claude Debussy, las de su Suite Bergamasque. La segunda parte se dedica íntegramente a una de las colosales y maratonianas sonatas tardías de Franz Schubert, concretamente la Sonata en Do menor D958, considerada uno de sus testamentos musicales.

Conocido por sus constantes vaivenes emocionales, Schumann describió el fulgurante proceso creativo de Humoreske  (iniciada y acabada en apenas unos días, en marzo de 1839) en los siguientes términos: “He pasado toda la semana escribiendo y componiendo, riendo y llorando a la vez, sentado frente al piano. Y esto es lo que encontrarás en mi Humoreske.”En ese doble sentido debe entonces interpretarse la elección del título.

Más contemplativa, la Suite Bergamasque, que inmortalizaría el famoso Clair de Luna, constituye junto a los Preludios una de las obras más destacables de toda la producción pianística del compositor francés. A diferencia de Schumann, Debussy se tomó la molestia de revisar concienzudamente las cuatro miniaturas durante un lapso de casi 15 años. Finalizada en 1890, aunque no sería publicada hasta 1905, en ella rinde homenaje a los grandes clavecinistas franceses del barroco. Además del mecionado Clair de Luna (a partir del homónimo poema de Paul Verlaine) incluye el prelude, el menuet y el passepied final.

Y si hablamos de miniaturas en relación a Debussy, en la segunda parte cambiamos de formato para escuchar una de las catedrales del piano romántico. De las últimas sonatas de Schubert, Bronfman ha elegido la D958. Un extenso monólogo, que eleva el genio del compositor austríaco a las cimas más altas de su prolífica producción.

Nacido en Uzbekistan, Bronfman se ha formado musicalmente en Israel (país al que su familia emigró a principio de los años 70) y EE.UU. Debutó hace casi 30 años en el prestigioso Carnegie Hall y desde entonces su nombre se vincula al de los grandes directores de orquesta (Barenboim, Gergiev, Blomstedt, Jansons, Metta, Masur o Esa-Pekka Salonen, entre otros) con los que ha tenido ocasión de colaborar en notables ocasiones. El próximo 24 lo podremos escuchar en solitario en el que será su primer concierto bajo patrocinio de Ibermúsica.

www.ibermusica.es

____________________________

Salir de la versión móvil