Doce Notas

El Teatro de La Abadía apuesta por el compromiso con la memoria reciente y la responsabilidad ciudadana en su nueva temporada

temporadas  El Teatro de La Abadía apuesta por el compromiso con la memoria reciente y la responsabilidad ciudadana en su nueva temporada

Tras una temporada con una notable presencia de la Memoria Histórica -Guerra Civil, posguerra y Transición-, también en la temporada 2018-19 la memoria más reciente de nuestro país marcará la actividad de La Abadía. Más allá de volver sobre la contienda y la dictadura, presentarán una trilogía documental del colectivo Proyecto 43-2 sobre la violencia y el proceso de paz en el País Vasco, y una crítica descarnada al poder y a las implacables leyes del comercio de Club Caníbal a través de la figura del fundador de El Corte Inglés, Ramón Areces.

También abren el abanico a la memoria europea, con un espectáculo de creación propia, Nekrassov, sátira de Jean-Paul Sartre sobre el cuarto poder que transcurre en la redacción de un periódico en plena Guerra Fría; Ante la jubilación, de Thomas Bernhard, sobre la larga sombra del nazismo; y Copenhague, de Michael Frayn, donde dos científicos, interpretados por Emilio Gutiérrez Caba y Carlos Hipólito, se enfrentan a un conflicto ético sobre el desarrollo de armamento nuclear en la II Guerra Mundial.

Lluís Homar, en su particular interpretación del clásico de Àngel Guimerà Tierra baja, presenta la dialéctica inherente a todo individuo; la complejidad, la contradicción y la lucha por la conquista de intereses personales.

En esa crisálida que es la identidad y su misterio indagó Fernando Pessoa, Pablo Viar compone un espectáculo que recorre de manera poética diversos episodios de la vida, real e imaginaria, del poeta luso en Enigma Pessoa.

Verdad, posverdad, desinformación y demagogia vertebrarán el debate esta temporada. Fake news, poder y opinión pública conforman una compleja interacción entre infraestructuras tecnológicas y nuevos modelos de comunicación social. “Tengo en mis manos la guerra y la paz. Escribo la historia”, afirma el impostor Georges en Nekrassov.

Una mirada inevitablemente tamizada desde la que observamos y somos observados. En Intensamente azules, de Juan Mayorga, un hombre empieza a percibir el mundo de otra manera al ponerse unas gafas de natación. Un alegato sobre la manera que tenemos de observar nuestro pequeño mundo cotidiano.

También esta temporada La Abadía se reivindica como un teatro de repertorio, donde regresan dos producciones con sello de la casa que dejaron su impronta en los espectadores: Dos nuevos entremeses “nunca representados” — con el firme propósito de arrojar luz sobre la obra y la figura de Cervantes, dotarlas de vida y tenerlas siempre presentes en nuestra actividad—, y Unamuno —que además viajará a París—. A esto se sumará la producción de Nekrassov de Jean-Paul Sartre, con dirección de Dan Jemmett.

Todas estas obras, a través de la poesía y a menudo el humor, incitan al espectador activo a cuestionar el Presente y la Historia, el rol que juegan en este “circo dulce y amargo” la política, los medios de comunicación y nosotros mismos, como ciudadanos de a pie.

Precisamente esa miscelánea de sabores, la sonrisa a pesar del infortunio, caracteriza también los dos montajes en torno al teatro ambulante que acogemos esta temporada: una versión teatral de La Strada de Fellini con dirección de Mario Gas, y Rhumans, el nuevo espectáculo de los clowns Rhum & Cia.

www.teatroabadia.com

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