Doce Notas

Peeping Tom llega a los Teatros del Canal con Moeder, segunda entrega de su trilogía sobre la familia

contemporanea danza  Peeping Tom llega a los Teatros del Canal con Moeder, segunda entrega de su trilogía sobre la familia

Este montaje es la segunda parte de la trilogía sobre la familia que se abrió con Vader (Padre) dirigida por Franck Chartier en 2014 y que se cerrará con Kinderen (Hijos) en 2019. La pieza, que aúna teatro, danza y música, explora el tema de la maternidad con la misma mirada tierna y sardónica que caracteriza a todas las creaciones de esta compañía con base en Bruselas.

Gabriela Carrizo, cofundadora de Peeping Tom junto a Franck Chartier, dirige Moeder, una pieza que toma como punto de partida la muerte de su madre y que se estrenó en septiembre de 2016 en el Theater im Pfalzbau de Alemania. Según Carrizo, el espectáculo «no trata sobre una madre, sino sobre muchas madres. Habla sobre la maternidad y la ausencia. La obra busca en la memoria y en el inconsciente para revelar los deseos, los miedos, los sufrimientos y la violencia. Para esta pieza quería una escenografía que representara muchos espacios, como una multiplicidad de madres». Así, Moeder transcurre en una sala de maternidad, una funeraria, un museo y un estudio de grabación. En todos estos lugares lo público y lo privado se entrecruzan. Pasado, presente y futuro se aferran desesperadamente al tiempo cíclico de una figura materna arquetípica, en una reflexión sobre el significado y responsabilidades de ser mujer y de ser madre. Inquietante, perturbadora y llena de humor, Moeder resulta, según la compañía «extrañamente familiar».

Peeping Tom es una estructura artística que se desarrolla orgánicamente aunando vida y trabajo, investigación e interpretación. Con un grupo de creación estable, muchos de los colaboradores de la compañía están presentes en Moeder. La escenografía juega, como en todas las obras de Peeping Tom, un papel activo en la obra. El sonido está especialmente presente como vínculo sensorial con la memoria y el subconsciente.

Peeping Tom

Gabriela Carrizo y Franck Chartier fundaron Peeping Tom en el año 2000. Su primer proyecto juntos fue Caravana (1999), un espectáculo que se desarrollaba dentro de un tráiler y que contaba con el trabajo de la que luego se convertiría en su colaboradora habitual, Eurudike De Beul. La compañía ha pasado por tres etapas: en la primera creaban colectivamente, en la segunda sus dos coreógrafos -Carrizo y Chartier- firmaban las piezas y paulatinamente han evolucionado a su configuración actual, en la que cada producción es dirigida individualmente.

Peeping Tom se caracteriza por una estética hiperrealista anclada en una escenografía determinada: un jardín, una salsa de estar y un sótano en la primera trilogía (Le Jardin, 2002; Le Salon, 2004; Le Sous Sol, 2007), dos caravanas en un paisaje nevado en 32 Rue Vandenbranden (2009) o un teatro quemado en A Louer (2011). En todos ellos los directores crean universos inestables que desafían la lógica y el espacio, desplegando mundos que apelan al inconsciente, a pesadillas, miedos y deseos que los creadores usan para mostrar el lado oscuro de un personaje o una comunidad.

Desde 2013, la dirección artística de Peeping Tom ha creado piezas para otros grupos: The missing door (2013) y The lost room (2015) con el Nederlands Dans Theater (NDT). Franck Chartier dirigió 32 rue Vandenbranden (2013) para la Opera de Göteborg. En 2015 Gabriela Carrizo dirigió The Land, una colaboración entre miembros de Peeping Tom y actores del Residenztheater de Múnich. En 2017, Peeping Tom y el Nederlands Dans Theater colaboraron de nuevo en The hidden floor, una nueva pieza corta de Franck Chartier con bailarines del NDT.

En 2005 Le Salon recibió el Premio al Mejor Espectáculo de Danza en Francia. En 2007 la compañía recibió el Premio Mont Blanc Jóvenes Directores en el Festival de Salzburgo. Las piezas Le Sous Sol, A Louer y Vader fueron seleccionadas para el Theaterfestival, cita que reúne los más importantes espectáculos de la temporada de Bélgica y los Países Bajos. En 2013 A louer fue nominada a los prestigiosos premios Ubu en Italia (categoría Mejor Espectáculo en Lengua Extranjera 2012-2013). La pieza también fue nominado al Premio de la Crítica en Barcelona (categoría Mejor Producción Internacional de Danza 2015) tras su participación en el festival Grec. En 2013, 32 rue Vandenbranden fue seleccionado como Mejor Espectáculo de Danza del Año por la revista brasileña Guia Folha y ganó en 2015 un Premio Olivier en Londres. Además de ser seleccionado para el Theaterfestival 2015, Vader fue elegido como Mejor Espectáculo de Danza 2014 por el periódico holandés NRC Handelsblad y ganó el Premio de la Crítica de Barcelona en la categoría de Mejor Producción Internacional de Danza 2014. En 2016 The lost room fue galardonada con un Swan como «la más impresionante producción de danza de los Países Bajos».

www.teatroscanal.com

 

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