La coreógrafa y bailaora Rocío Molina es una de las figuras más internacionales del flamenco: Premio Nacional de Danza, Premio Max, Premio de la Crítica otorgado por la Cátedra de Flamencología de Jerez, Premio Giraldillo, Medalla de Oro de Málaga, entre otros galardones.
Reconocida por dotar a sus piezas de una contemporaneidad que nace de la alianza con otros artistas y disciplinas, Rocío Molina protagoniza con este Impulso un acontecimiento escénico singular. Con su personal lenguaje, la coreógrafa busca que el espectador se sienta inmerso en un momento irrepetible, invitando a los espectadores a entrar en su espacio de investigación y experimentación. De lo que surja en escena provendrán los materiales que darán forma a su próximo espectáculo.
Así, para la artista malagueña el impulso es un modo de investigación previo a la producción de una nueva obra, una etapa integrada en el proceso de creación. Tras Caída del Cielo, estrenada en el Théâtre Chaillot de París, Molina prepara su próxima obra, que verá la luz en julio de 2018.
En los Impulsos, la artista improvisa en la orilla de un río o del mar, en un parque o en una iglesia, Investiga nuevos caminos y nuevos movimientos que surgen gracias a un contexto singular y a una relación renovada con el público. Los experimentos se alimentan del intercambio artístico. Así, el laboratorio itinerante de Rocío recibe a otros artistas provenientes de otras disciplinas y con la colaboración de elementos insólitos.
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