Doce Notas

Andsnes consigue contradecir a Sibelius con su interpretación

cdsdvds  Andsnes consigue contradecir a Sibelius con su interpretaciónSe trata de una selección de las variopintas piezas para piano de Jean Sibelius. La obra para piano de Sibelius no es bien conocida y además se califica prejuiciosamente de forma despectiva en comparación, sobre todo, con su música orquestal. Pues bien, Andsnes pretende eliminar prejuicios que nos impidan disfrutar de una música hecha para disfrutar.

Encontramos un verdadero popurrí de piezas, de diferentes épocas, caracteres e influencias. Todas ellas, eso sí, según dice el propio intérprete, para ser tocadas en cierta intimidad. Dos Impromptus, de los seis que pertenecen a la op. 5; las Tres piezas líricas Kyllikki op. 41; dos de las varias piezas op. 24; otras piezas sueltas, entre ellas el arreglo para piano del archiconocido Vals triste, realizado por el propio compositor; la Sonatina en Fa sostenido menor; tres de las 6 Bagatelles, op. 97; y los 5 Esquisses, op. 114.

Casi podemos imaginar a Sibelius estudiando las obras de los compositores del pasado y del presente antes de ponerse él mismo a escribir inspirado. Trabaja a Liszt, a Schumann, a Chopin; lee a Chaikovsky, a Rachmaninov y a Stravinsky; conoce a Dvořák y Smetana; y también vemos que se ha puesto al día con los franceses Debussy, Ravel o, incluso, Satie. Pero de todos ellos realmente no copia nada; parafrasea y reinventa en un lenguaje que nos parece familiar por universal (algo del este y algo del oeste, algo del norte y algo del sur), pero que nos dice cosas agradablemente nuevas.

Así, las Tres piezas líricas que, según él, no tenían influencia popular (Kyllikki evoca al Kalevala, poema épico de origen folklórico finlandés) están escritas en oleadas de romanticismo que oscilan entre Chopin y Chaikovsky con pinceladas de música popular eslava. En Romance op 24 nº 9, encontramos más la influencia de Liszt en la escritura, pero con una melodía algo parisina de fin du siècle que finalmente se resuelve de la forma más tonal y sencilla, con un uso del piano a la manera de los grandes pianistas rusos imperiales, orquestales. Barcarola es otro ejemplo que resulta evocador por el uso de una forma amplia (Moderato assai) que sugiere mundos de imaginación vasta y voladora, con intrusiones de un virtuosismo necesario. Varias piezas son de inspiración campestre, como los 5 Esquisses, o las dos piezas dedicadas a árboles, con formas muy sencillas, con algunos ritmos irregulares, con uso de escalas modernistas, ligeramente modificadas, que colorean un paisaje severo, duro a veces, pero muy querido.

Una de las piezas centrales del CD es el Vals Triste; está tocado robustamente, sin caer en sentimentalismos vacuos sino lleno de contenido, consiguiéndose una comprensión de la forma grandiosa: en un solo vals viajamos por varios valses diferentes que recorren las calles reales y de la imaginación… con agravante de nocturnidad.

Parece que a Sibelius le gustaba la novedad moderadamente, de manera que en su pieza más transgresora desde el punto de vista tonal, sin embargo recurre a los modelos de un clásico: ¡Beethoven! El viejo maestro compuso unas piececitas, que llamó sonatinas, para ser tocadas por alumnos, de una belleza extraordinaria. Sibelius vuelve a conseguir de esa forma comunicarse sin estridencias, sin rupturas; una estructura sencilla, continua, una repetición que se saborea por la calidad de la expresividad, la originalidad y la limpieza. Una obra maestra.

La grabación es de muy buena calidad, con un sonido natural de Andsnes bonito y cuidado, aunque encontramos algunos diminuendi imposibles y otras extrañas cosas quizá.

Escuchamos en Leif Ove Andsnes a un pianista poderoso, seguro, con un equilibrio entre sensibilidad y dominio convincente, impresionante; pues no se sabe cuál de esas dos cualidades embriaga más en su forma de tocar. Y si no encanta por su sensibilidad cerebral, lo hará por su astucia al seleccionar estas piezas falsamente modestas, que resultan imprescindibles, lo mejor del compositor finlandés para piano.

Este disco parece un recorrido por la imaginación pianística de Sibelius, su formación e influencias. Una selección bellísima e inteligente, muestra de la personalidad creativa del compositor y de la capacidad interpretativa del pianista, que nos ofrece este paquete tan bien presentado. ¡Ah! Muy buen regalo de Navidad para los amantes del piano en noches de invierno largas.

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