Doce Notas

La coreógrafa Meg Stuart visita el Teatro Arriaga

contemporanea danza  La coreógrafa Meg Stuart visita el Teatro Arriaga

Built to Last © Chris Van der Burgh

Stuart se esfuerza para desarrollar un nuevo lenguaje para cada pieza, en colaboración con artistas de distintas disciplinas, y experimenta la tensión entre el baile y el teatro. El empleo de dispositivos teatrales, además del diálogo entre el movimiento y la narrativa, son temas recurrentes en sus coreografías. Un ejemplo de su brillante labor es Built to last, una magnífica composición de danza que sorprenderá al público de Bilbao. En la misma, cinco bailarines viajan a través de la historia de la danza y, posiblemente, también hacia su futuro. Adentrándose en un mundo inédito e increíble, descubren una nueva conciencia mediante variaciones de movimientos sutiles: una nueva percepción sobre el espacio, la situación, sobre ellos mismos y los demás. Se trata, en definitiva, de una creación llena de contrastes acerca de la propia condición humana. La coproducción corre a cargo de la propia compañía Damaged Goods y la Münchner Kammerspiele.

En Built to Last, Meg Stuart trabaja por primera vez con música clásica preexistente. El apartado musical, una meta-composición histórica a cargo del dramaturgo musical Alain Franco, actúa como una máquina para viajar en el tiempo. Cada una de las pistas, composiciones de Sergei Rachmaninov, Ludwig van Beethoven, Iannis Xenakis y Arnold Schönberg, entre otros, refleja un sentido aplastante de monumentalidad.

Sobre Meg Stuart

Meg Stuart es una coreógrafa y bailarina estadounidense que vive y trabaja en Berlín y Bruselas. En 1994 fundó su propia compañía, Damaged Goods, con la que ha creado más de 30 producciones, desde solos hasta grandes coreografías, pasando por instalaciones y creaciones para espacios concretos.

El trabajo coreográfico de Stuart gira alrededor de la idea de un cuerpo incierto, uno que es vulnerable y autoreflexivo. A través de la improvisación, ella explora estados físicos y emocionales o las memorias de los mismos. Su trabajo artístico constantemente se redefine buscando nuevos contextos de presentación y territorios para el baile.

Su obra ha sido aclamada internacionalmente. Sirvan como ejemplos los reconocimientos que obtuvo en 2008, cuando Meg Stuart recibió el Bessie Award por su trabajo y el Flemish Culture Award en la categoría artes escénicas. Además, la Academia de las Artes de Berlín la premió con el Konrad‐Wolf‐Preis en 2012.

www.teatroarriaga.eus

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