Desde el primer momento en el que James Rhodes aparece en el escenario, el pianista deja claro al público asistente que su concierto no va a responder a ninguna de las convenciones de este tipo de recitales. Cabello alborotado, vaqueros, camiseta y deportivas es la usual indumentaria para sus actuaciones sea cual sea el escenario que lo acoge y es que, si algo define a este intérprete, es su firme voluntad de acercar la música clásica a la gente, sobre todo entre el público joven. En su autobiografía Instrumental: memorias de música, medicina y locura (publicado por Blackie Books), afirma su deseo de «liberar la música de la tiranía de los imbéciles» y es que, según apuntan desde el Festival de Peralada, Rhodes “es mucho más que un pianista de éxito es, sobre todo, un comunicador sin pelos en la lengua protagonista de una historia sobrecogedora. La música capaz de devolverlo a la vida es la música que el británico va a ofrecer en concierto; la dura vida, pero increíblemente creativa y feliz de Bach; las pasiones perturbadoras de Beethoven, la relación enfermiza y disfuncional entre Chopin y George Sand… La música clásica que aún hoy apela a las emociones más profundas a pesar de haber sido compuesta hace siglos”.
Antes, habrá oportunidad de mantener una charla con el pianista en la Biblioteca del Castillo. Será a las 13 h. y la entrada es libre reservando plaza en taquilla@festivalperalada.com. El aforo es limitado.
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