El pasado 17 de junio de 2017 dio comienzo el procedimiento selectivo para el ingreso en el Cuerpo de Profesores de Música y Artes escénicas de Andalucía, para el cual se convocaron 200 plazas en el ámbito de gestión de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. Quince de esas plazas estarían destinadas a la especialidad de saxofón, y serían disputadas por un total de 192 aspirantes distribuidos en tres tribunales: Sevilla, Cádiz y Málaga.
Tal y como aparece reflejado en el BOJA (Boletín Oficial de la Junta de Andalucía) y conforme a lo establecido en el reglamento de ingreso, el sistema de selección para el ingreso de la función pública docente será el de concurso-oposición y constará de una fase de oposición, otra de concurso y una fase de prácticas. La fase correspondiente a la oposición consta de dos pruebas de carácter eliminatorio, divididas cada una de estas pruebas en Parte A y Parte B.
Centrándonos en la primera prueba de la fase de oposición, la Parte A corresponde a la parte práctica y consiste en la realización de un ejercicio práctico que permita comprobar que el personal aspirante posee la formación científica y el dominio de las habilidades técnicas correspondientes a la especialidad a la que opta. En cuanto a la Parte B, desarrollo de un tema, consistirá en el desarrollo por escrito de un tema elegido por el aspirante entre los extraídos al azar por el tribunal.
Los requisitos para la superación de esta primera fase, son que el aspirante obtenga al menos una nota igual o mayor a un 2,5 sobre 10 en cada una de las partes. En el caso de que el aspirante no llegue al 2,5 en cualquiera de las partes, quedará automáticamente descalificado del proceso selectivo. Y es aquí donde viene la polémica.
Nos centramos en el Tribunal Nº3 de Málaga, cuerpo 594 de la especialidad de saxofón 424. El 3 de julio de 2017 aparecen publicados los resultados de la primera fase de la oposición, y cual es la sorpresa de los aspirantes de este tribunal al ver que sólo 2 de los 56 opositores habían superado con una nota superior al 5 la parte de desarrollo del tema, y sólo 9 del total de los aspirantes conseguía superar el 5 para pasar a la segunda fase.
Los datos son escandalosos, no sólo en lo que a este tribunal se refiere, sino también en relación al resto de tribunales:
En esta situación de incredulidad e indignación, los aspirantes afectados empiezan a moverse, poniendo las reclamaciones pertinentes, y por supuesto, en muchos casos, presentándose ante el mismo Tribunal Nº3 de Málaga para acudir a la correspondiente reclamación y pedir que se les mostrara su examen, para saber cuáles eran los criterios de evaluación que no habían cumplido. Es en este preciso momento en el que la indignación de los opositores se multiplica: el tribunal se niega a enseñar esos exámenes y a hacer cualquier tipo de aclaración, alegando que han seguido los criterios de evaluación impuestos por la Junta de Andalucía “adaptándolos” a este tribunal, los cuales, en absolutamente todos los casos rozaban lo absurdo y lo más importante, no se correspondían con lo que el opositor había hecho en su examen. Según ellos, esta adaptación explicaba la diferencia entre el tribunal de Málaga y el resto. El colmo de esta situación llega cuando el mismo presidente del tribunal confiesa a uno de los opositores que “igual se habían pasado corrigiendo a la baja”.
Tras hablar con sindicatos y coordinadores, la única solución que se le da a este gran número de afectados es poner una reclamación de forma individual y esperar a que termine el proceso de selección para llevarlo por la vía contenciosa en caso de que fuera necesario. En otras palabras, las oposiciones 2017 se han terminado para nosotros, ya que el tribunal es soberano en sus decisiones, y todo lo que podemos hacer es ver como se nos niega el derecho a una de las 15 plazas gracias a un tribunal inhumano y poco coherente.
Desde el colectivo afectado por el Tribunal Nº3 de Málaga, cuerpo 594 de la especialidad de saxofón 424, pedimos que se tengan en cuenta nuestras reclamaciones, con una segunda revisión del examen y la procedente readmisión al proceso selectivo en los casos que se estime conveniente. Es muy grave lo que ha pasado en esta oposición, se le está negando la oportunidad de entrar en la bolsa de trabajo de Andalucía al 90% de los aspirantes de este tribunal, y se les está humillando de forma totalmente innecesaria. La preparación de esta oposición lleva meses e incluso años y, por tanto, no es ni ético ni moral el trato que se tiene desde algunos de los tribunales a opositores que invierten una gran energía, por no hablar del dinero, en unas pruebas de este tipo.
Así, con este escrito, pretendemos hacer llegar a todo el mundo nuestra situación, una situación que por desgracia se repite cada año en toda España. Consideramos que nuestro proceso de oposiciones, música y artes escénicas, es obsoleto e injusto debido a la gran subjetividad que puede llegar a imperar según el tribunal examinador. Por tanto, creemos que sería un buen momento para demandar unas pruebas más objetivas con un temario común para todos los opositores y un examen tipo test, como ocurre por ejemplo en el MIR (Médico Interino Residente).
Se trata de un problema que nos afecta a todos, directa o indirectamente, así que no dejemos que esta iniciativa caiga en saco roto, hagamos saber a todo el mundo que no estamos de acuerdo, que no nos engañan. Dejemos de aceptar como norma lo que no es normal y exijamos que se acaben este tipo de humillaciones. Tribunal Nº3 de Málaga, tribunales injustos e incoherentes del resto de procesos selectivos, quien calla otorga, y nosotros no callamos.
Firmado por
- David Sánchez Blázquez
- Aroa López García
- Pablo de Coupaud Menéndez
- Raquel Margarita Paños Castillo
- Javier Linares Leyva
- Miguel Ángel Muñoz Béjar
- Antonio Pelló Gregori
- Juan David Guerrero Serrano
- David Canet Benavent
- Raúl Lledó Valor
- Marcos José Atencia Arenas
- Juan Pedro Luna Agudo
- Antonio Carmona León
- Jaime Manzano Jiménez
- Álvaro Grande Pérez
- Maria Jane Montón Alapont
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