Doce Notas

FESTIVALES, SIEMPRE

festivales  FESTIVALES, SIEMPRE

María Pagés, Autorretrato

Y puesto que la crisis obliga a todos a reivindicarse, que no se olvide que la geografía de festivales culturales es un factor de calidad imprescindible para la deseada recuperación, es un elemento de atracción turística más diversificado y elegante que los inevitables sol, playa, golf y discotecas; y es, no lo olvidemos, un factor de mantenimiento de puestos de trabajo de alta cualificación. Todo ello sin dejar de lado el enriquecimiento del espíritu, tan buen antídoto contra el miedo y la desazón social.

Y como nuestro país tiene la moral más entera de lo que parece, la geografía de festivales de música y danza retorna con toda su energía. Los hay grandes y de histórica trayectoria, como Granada o Santander (este último no ha presentado su programa al cierre de esta edición), que han vivido más crisis y cambios políticos que la mayoría de españoles vivos. Los hay de música antigua (Gijón) y los hay de contemporánea (Alicante); los hay temáticos (Mozart de A Coruña) o dedicados a un solo instrumento (piano, guitarra, órgano). Los hay ligados a alguna actividad educativa (Unicaja de Málaga, Encuentro de Música y Academia de Santander…). Los hay que ocupan un lugar de privilegio en la mejor franja del año en localidades con magia y encanto (Peralada, Torroella de Montgrí), pero también los hay como apéndice final a las temporadas de las grandes ciudades, ya sea Madrid o Barcelona. Los hay, en fin, inclasificables y de amplio espectro (como esa Quincena de San Sebastián que se enfrenta al relevo de su dirección con ilusión, Patrick Alfaya sustituirá a José Antonio Echenique).

La geografía de los festivales españoles (y de otras áreas que no nos competen) brinda el retrato de un país vivo y enraizado en las mejores tradiciones culturales de esa Europa que, de pronto, se nos ha quedado como insípida, pero que ha sido nuestro horizonte y a la que estamos obligados a aportar nuestros esfuerzos.

Es interesante subrayar el caso de Madrid, ya que la apertura de los Teatros del Canal ha permitido no sólo que se pueda acoger en sus modernas instalaciones a un festival de riesgo y permanentemente en busca de casa, como es el de Óperadhoy, curiosamente, esta apertura ha reforzado el titubeante festival de San Lorenzo de El Escorial. Todo ello debido al acierto de poner al frente de ambos complejos a un experto como Jorge Culla, gerente de la Orquesta de la Comunidad de Madrid y ahora del Canal, y complemento ideal de la dirección artística de Albert Boadella en el flamante coso madrileño. El nuevo Auditorio de El Escorial, con más equipamiento que actividad en sus pocos años de vida, cobra ahora un impulso que pocos esperaban. De ello nos habla Jorge Culla en una entrevista a continuación.

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