
Valery Gergiev © Marco Borggreve
El programa de este concierto propone una sabia mezcla entre obras célebres y perlas menos conocidas del gran repertorio ruso. El concierto empezará con el ritmo marcial de la suite del Cuento del Zar Saltán, de Rimski-Kórsakov, cuyo libreto está basado en el cuento de Alexander Pushkin. La velada continuará con la Rapsodia sobre un tema de Paganini, una de las obras más sutiles de Rachmaninov que hace referencia a los 24 Caprichos, de Paganini.
La segunda parte, empezará con un desconocido tesoro del repertorio ruso, El lago encantado, de Liadov, obra basada en un cuento de hadas ruso que transcurre en un bosque tenebroso, la historia está instrumentada con reminiscencias del impresionismo de Debussy. El concierto finalizará con las célebres Danzas Sinfónicas, de Rachmaninov, obra que escribió al final de su vida y que resume toda su obra compositiva, así como también refleja la influencia de la música popular rusa y los cánticos ortodoxos.
La Orquesta del Mariinsky, una de las formaciones musicales más antiguas de Rusia, (su historia se remonta al siglo XVIII) ha sido transformada, desde la llegada de Valery Gergiev en 1988. Ha incrementado el número de músicos y mejorando la calidad de sus instrumentos ampliando considerablemente el repertorio abarcable.
Además de ser el director general y artístico del Teatro Mariinsky, es Director titular de la Filarmónica de Múnich, entre otras orquestas. Gergiev es también uno de los máximos impulsores del Concurso Internacional Chaikovsky, plataforma de proyección de jóvenes artistas, como es el caso del solista de este concierto, el joven Sergei Redkin.
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