Passione es una obra adaptada con libertad y mucha clase por el músico y compositor Franck Krawczyk, quien acierta a la hora de transmitir sufrimiento, sensualidad y sacrificio a través de la intensidad del piano y de la melancolía del acordeón, dos instrumentos que el propio músico toca en directo. Los cuerpos bailan acompasados y con determinación, dialogando con los sonidos.
Greco y Scholten, cuyas creaciones han obtenido numerosos premios y el aplauso del público en todo el mundo, se mantienen firme a su universo estético y escénico, que bebe tanto del lenguaje clásico como de la danza postmoderna. En esta pieza para siete bailarines, con piano y acordeón en directo, el Ballet National de Marseille explora con brillantez la relación entre danza y música.
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