Hay que destacar este hecho ya que mucha gente ha perdido la capacidad de escuchar algo sin mirar un vídeo clip o cualquier otra manifestación visual.
La hegemonía de lo visual expulsa a mucha música fuera de la percepción. El planteamiento acusmático recupera la percepción puramente sonora al desafiar la imaginación del oyente. El auditor no precisa una formación musical previa para percibir las transformaciones del sonido realizadas por la música electroacústica y que son una característica inherente de las composiciones acusmáticas. Lo que escuchan es inmediato y directo. Algo muy reseñable a la hora de introducirse en la aventura de la escucha.
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