Doce Notas

El jazz, un nuevo género de compleja identidad musical

jazz  El jazz, un nuevo género de compleja identidad musical

La Banda de Duke Ellington

Los primeros aportan una música en la que predomina el ritmo sobre la melodía y armonía, con una polirritmia en la que, sobre un esquema de compases, se utilizan acentuaciones rítmicas diferentes, como en la música africana donde existe un contrapunto entre el ritmo de la palabra y el de los tambores. Además, en el jazz se percibe fácilmente la tradición africana-occidental por la forma de componer rítmicamente un tema, según la rítmica en cruz que superpone la polirritmia y la polimetría, es decir, la utilización de varios ritmos y el uso de distintos tipos de compás simultáneamente. Este tipo de rítmica está presente en Norteamérica hasta la llegada del swing, cuando el sentido rítmico africano se aplica al compás regular de la música europea, y perdura todavía en el ámbito afroamericano de los ritmos y bailes de las Antillas y Latinoamérica.

Hay que destacar que, a lo largo de la historia del jazz, ha prevalecido una concepción rítmica diferente en los períodos del ragtime, el dixieland, el swing o el bebop, aunque la unidad básica, en la mayoría de los casos, es el beat, el pulso que marcan a lo largo de la pieza la batería y el bajo o, al menos, uno de ellos.

Los segundos, es decir, los blancos europeos aportan los elementos musicales propios de su cultura incorporando melodías provenientes de óperas inglesas representadas por blancos disfrazados de negros que, al fusionarse con la música negra interpretada por esclavos de las plantaciones del sur de EE.UU., origina los llamados espectáculos minstrel donde existe una mezcla de canciones de trabajo, himnos religiosos, música folklórica y componentes del teatro de variedades o vaudeville europeo acompañado por violín y banjo, cercana a la música de Irlanda y Escocia.

También se aprecia la influencia europea en el ragtime, que fusiona las marchas de las bandas blancas con la música clásica europea adaptada a los ritmos sincopados de la música africana y que utiliza principalmente el piano, difundido en Norteamérica a finales del S. XIX.

Por todo ello, la identidad musical del jazz es compleja y muy singular, ya que si bien es cierto que es un producto de la cultura afroamericana, también ha estado abierto a otras influencias y tradiciones musicales, por lo que existen múltiples factores que han intervenido en su gestación.

El tráfico de esclavos con África comienza a finales del S.XV, cuando los portugueses llegan allí en busca de mano de obra para sus colonias de India y América. Después, les siguen los españoles, ingleses, franceses y holandeses. Los comerciantes sin escrúpulos, conocidos como traficantes de esclavos o negreros, compraban gente que había sido esclavizada por otros africanos durante guerras intertribales y los trocaban por mercancía diversa. Los almacenaban en las bodegas de barcos, los encadenaban en espacios estrechos y oscuros con poca agua y comida y así los obligaban a cruzar el Atlántico en un insoportable viaje de dos meses, durante cuatro siglos, para llegar al continente americano.

A mitad del S.XVII, creció el comercio de esclavos y se organizaron importantes subastas donde acudían sus compradores, es decir, los dueños de las plantaciones que los usaban para cultivar algodón, azúcar y café.

A partir del S.XVIII, la población de esclavos negros asentados en el sur de EE.UU. fue aumentando. La mayoría trabajaba en los campos de algodón propiedad de ricas familias blancas y amenizaban sus descansos, en las reuniones que celebraban en sus barracones donde vivían, bailando y cantando al son del banjo o de diferentes instrumentos de percusión. La tradición africana les hacía utilizar melodías sencillas con técnica de llamada-respuesta que, posteriormente, combinaron con otros elementos armónicos procedentes de la música europea, obteniendo un resultado muy enriquecedor.

Las canciones interpretadas eran, en gran medida, funcionales ya que estaban destinadas a disminuir la fatiga corporal, acompañando rítmicamente los movimientos de las faenas del campo con las canciones de trabajo. Dichas canciones, eran utilizadas también como expresión vocal y recurso terapéutico para expulsar el dolor, generado por una prolongada situación de esclavitud. Cuando celebraban sus rituales, los esclavos cantaban y danzaban según su contexto cultural anterior a fin de mantener viva la memoria colectiva.

De esta forma, a finales del S.XIX, surgieron las primeras notas del blues y las bases del jazz quedaron establecidas con la combinación de tres aspectos. El primero, los patrones rítmicos africanos, el segundo, las melodías, instrumentación, fraseo y armonías de la música europea y, el tercero, el interés por la búsqueda de un sonido propio en cada ejecutante.

Musicalmente, el jazz se caracteriza por el uso de ritmos sincopados. Las melodías están en forma de escala heptáfona (siete notas) en modo mayor o menor, aunque varían también a escala pentáfona o pentatónica (cinco notas) y a éstas se añaden una serie de notas variadas que, en ocasiones, hacen llegar casi a la atonalidad.

La armonía se incorpora más tarde, ya que el origen de la música negro-africana es de concepción rítmica, sobre todo, por lo que el jazz adopta solamente las armonías más simples, o sea, aquéllas que mejor se acomodan a los tipos de melodía africana. Por último, mencionamos a uno de los elementos más importantes que otorga gran singularidad a este género musical, la improvisación.

El concepto de improvisación lo entendemos como la composición de una obra o fragmento en simultaneidad con su interpretación que, en el género jazzístico, está acompañada por un inexpresable aliento agógico, el swing. Debemos diferenciar entre la improvisación colectiva, en la que cada instrumentista crea su parte inspirándose en el tema de la pieza con diferentes melodías y la improvisación individual, muy habitual en las Jam Session (Sesión de Jazz), donde cada miembro del grupo improvisa libremente y por turnos breves los solos, llamados breaks (rupturas).

Un solo es, por definición, una pieza musical ejecutada por un instrumentista con o sin acompañamiento, pero es muy importante poseer la habilidad y capacidad expresiva para poder ejecutar un buen solo ya que no importa únicamente lo que se dice sino también cómo se dice. Para crear un buen solo, los músicos necesitan conocer algunos elementos básicos como la estructura de acordes del tema sobre el que están ejecutando el solo, la función que cada acorde tiene dentro de la estructura armónica del tema o las escalas que se derivan de cada uno de los acordes que componen el tema para después integrarlo con la melodía que servirá de guía para el solista y que dará como resultado una composición improvisada. Para ello, deben disponer de los conocimientos, capacidades y experiencia suficiente que les permitan interpretar toda esta información, es decir, deben conocer profundamente el lenguaje de este género musical.

El jazz posee una cualidad rítmica especial, conocida con el término swing definido como la pulsación dinámica, no reducible a sistema, que trasciende la interpretación, lo hace inconfundible y le otorga un carácter muy sensual. Con este término, también se designa una de las etapas de la evolución del jazz, Era del Swing (1940), caracterizada por un estilo rico con grandes improvisadores y por haber favorecido la proyección de cantantes femeninas (Billie Holiday o Ella Fitzgerald) en el ámbito jazzístico.

Como elemento rítmico se utiliza mucho la síncopa, es decir, el desplazamiento del acento de la parte fuerte del compás hacia la parte débil. El fraseo, propio de los músicos que ejecutan las obras, tiene una gran singularidad en el momento de la interpretación porque la repetición es algo imposible.

Los acordes en el jazz también son muy importantes. Existe un subestilo caracterizado por el uso de pocos acordes llamado Jazz Modal, que fue popularizado por el trompetista Miles Davis en su álbum de 1959 King of Blue. Aquí resume perfectamente la esencia de este jazz modal, sobre todo en el tema titulado So what, que tiene solo dos acordes y deja mucho espacio, más de lo acostumbrado, para la improvisación. De esta forma, el intérprete puede explorar con detalle la escala musical o el modo derivado de cada acorde, en lugar de centrarse simplemente en las notas del acorde. Miles Davis es una de las figuras más relevantes y controvertidas de la historia del jazz. Tiene una obra arriesgada y extraordinaria, como intérprete y compositor, pasando por varias etapas en su evolución musical.

Las agrupaciones instrumentales más habituales son trio, cuarteto o quinteto, etc., hasta las grandes bandas de más de 50 músicos (Big-Band). Los instrumentos más habituales son la corneta, trompeta, trombón, saxofón, tuba y fliscorno (viento metal), clarinete (viento madera), contrabajo (cuerda), batería (percusión membrana) piano (cuerda y tecla) y voz. Posteriormente, se incorporaron instrumentos procedentes de otros géneros (música clásica), como el violín, órgano y flauta, pero más excepcionalmente.

Existen diferencias importantes entre la música de jazz y la música clásica:

1 – Los músicos de jazz aspiran a lograr un sonido propio que los distinga del resto y consideran que la expresión debe estar por encima de la pureza. En cambio, en la música clásica, la orquesta aspira a obtener un sonido homogéneo bajo la batuta de un director.

2 – El fraseo en el jazz tiene sus particularidades ya que cada intérprete hace su versión. Está caracterizado por el esquema básico de llamada-respuesta, propio de la música de los esclavos negros. En cambio, en la música clásica el fraseo está escrito en la partitura por el propio compositor y el intérprete debe obedecer estas indicaciones en su ejecución, sin variación alguna.

3 – La improvisación en el jazz es el elemento básico y diferenciador de todos los demás géneros musicales. Los instrumentistas realizan sus solos con espectaculares improvisaciones de gran lucimiento individual o bien llevan a cabo una improvisación colectiva con todos los instrumentos tocando a la vez, como mencionamos anteriormente.

4 – Los instrumentistas de jazz no tienen partitura para realizar sus improvisaciones sino que se inspiran en el momento de su ejecución, lo que implica que siempre será una interpretación única y diferente en cada ocasión. En la música clásica, existe una partitura con las notas musicales escritas por el compositor y el ejecutante debe obedecer. Por eso, Louis Armstrong decía que el jazz es una música de intérpretes y no de compositores.

Tres son las corrientes de influencia que han participado en la creación del jazz:

1 – El Blues. Es una expresión músico-vocal interpretada por los negros acompañados de guitarra o banjo y, en algunas ocasiones, de armónica. Emplea melodías derivadas de los work-songs de la época de esclavitud y se caracteriza por elegir temas melancólicos, en el texto y en la música. En sus escalas, utiliza mezcla de escalas africanas pentáfonas con escalas europeas heptáfonas, lo que originó transgresiones armónicas que, posteriormente, heredaría el jazz. La estructura musical se basa en doce compases, con armonías tónicas, acordes dominantes y subdominantes. Es considerado, por muchos autores, como la primera música de origen africano plenamente americana.

2.- El Espiritual. Es una expresión del canto popular y colectivo, con carácter muy rítmico, interpretado en EE.UU., a partir de 1740, por los negros africanos. Con este tipo de música, ponían de relieve su identidad cultural y, en ocasiones, estaba acompañada de baile. Los textos empleados estaban basados en las Sagradas Escrituras y en antiguos himnos religiosos, con mensajes de fraternidad entre los esclavos. El espiritual negro es un tipo de espiritual, cantado por el negro cristiano en la iglesia o en el campo. A partir de 1871, esta nueva forma de espiritual fue divulgado por el grupo de cantantes religiosos, los famosos Jubilee Singers. Al jazz primitivo legó un solista (el cantor), que exponía un tema y el pueblo (resto de la banda musical) lo desarrollaba mediante la improvisación.

3.-El Ragtime. Es una música popular, instrumental, vocal y también de baile, desarrollado a finales del S.XIX y comienzos del S.XX. Tiene un ritmo sincopado y alegre que invita al movimiento marcando el compás. En las plantaciones donde trabajaban los esclavos negros, el ritmo se marcaba con la mano izquierda con influencias de los ritmos del banjo. Las melodías tenían gran influencia de las formas clásicas europeas, como el minueto o el vals. Destacó el compositor Scott Joplin, con su ragtime de gran éxito The entertainer (El golpe). Posteriormente, se realizó la película El golpe, cuya banda sonora era esta obra musical. El ragtime se aceptó e interpretó rápidamente por la población blanca.

Estos tres elementos (blues, espiritual y ragtime) tienen atributos comunes formados por el carácter de improvisación libre con ritmo exultante, por la variación de los temas convertidos en nueva creación cada vez que se interpretaban y por sus intérpretes que pasaban de ser meros ejecutantes a verdaderos creadores.

El jazz evolucionó a lo largo de los años y surgieron numerosos subgéneros: Blues (1870-1890), Ragtime (1890-1900), New Orleans (Blues y Ragtime, 1890-1910), Dixieland (1910-1920), Jazz de Chicago y Nueva York (1920-1930), Swing (1930-1940), Bebop o Bop (1940-1950), Cool y Hard Bop (1950-1960), Free Jazz (1960-1970), Jazz Fusión (1970-1990) y Jazz Contemporáneo, desde la década de 1990.

A partir de los años 70 del siglo pasado, aparecieron fusiones del jazz con otros tipos de géneros, como las realizadas con el flamenco, el rock o las músicas latinas y étnicas, que continúan mezclándose hasta hoy en busca de nuevas combinaciones.

A lo largo del desarrollo del jazz, han tenido un lugar preponderante diferentes instrumentos como el piano en el ragtime, la trompeta en la época de Nueva Orleans y Chicago, el clarinete, saxo (soprano, alto, tenor y barítono), trombón, contrabajo y batería en el swing, la percusión ampliada (membrana, madera, semillas, metal, etc.) junto con el vibráfono, guitarra, teclados, flauta, violín, fliscorno y kora, en el Jazz Fusión y Jazz Contemporáneo.

En el S.XXI, el jazz progresa de forma acelerada e incorpora ritmos del rap y hip-hop, es decir, un tipo de música que hacen los más jóvenes, olvidando los anteriores instrumentos y utilizando más los electrónicos, de los que existe una gran variedad.

Una vez más, el jazz describe musicalmente lo que sucede en la sociedad a través de sus intérpretes y ofrece un retrato fidedigno de los hechos más actuales junto con la huella sonora de las vivencias humanas, atravesando fronteras y convirtiéndose en un fenómeno mundial, con un original lenguaje musical que continúa hablándonos de la búsqueda de la libertad.

María Soledad Cabrelles Sagredo es Doctora en Filosofía y C.C. de la Educación. Titulada en Música.

www.soledadcabrelles.eu

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