Y por fin, ha llegado al mercado la presentación en sociedad de esta joven intérprete haciendo gala de una destacada técnica instrumental y una admirable musicalidad, teniendo en cuenta su corta edad.
Catalina Pires recibió, a los 6 años, sus primeras clases de violín, llamando rápidamente la atención por su increíble talento. Su intuición musical le lleva a experimentar en otros instrumentos las piezas que aprendía con el violín y así es como descubre, con tan solo 8 años, su entusiasmo por la guitarra.
Comienza a recibir clases del prestigioso guitarrista Walter Abt en Berlín y a partir de ahí sus progresos impresionan. Aparece en festivales de guitarra y en prestigiosos conciertos benéficos, hasta que, con tan solo 9 años, consigue varios premios especiales en concursos internacionales de guitarra, atrayendo la atención de la crítica especializada y cautivando al público.
Para su presentación discográfica escoge una selección ambiciosa de piezas que destacan por su dificultad técnica y su expresividad musical. Para la vihuela elige la Fantasia X, de Alonso Mudarra. Para el violín se decanta por el Preludio de la Partita para violín No. 3, de Johann Sebastian Bach, y un dúo para guitarra (interpretada por Walter Abt) y violín del tema principal de la película La lista de Schindler, compuesta por John Williams.
Para la guitarra, la parte más amplia del repertorio, escoge piezas que van desde el barroco hasta la actualidad, con el Tombeau sur la Mort de M. Comte de Logy, de S.L. Weiss, una selección de danzas de la Suite BWV 995, de J.S. Bach, el Adagio del Concierto para piano No. 23, de Mozart, la Grande Sonata y el Capricho No. 24 de Paganini, la Danza característica y la Danza del Altiplano, de Leo Brower y la Danza brasilera, de Jorge Morel.
Un ecléctico repertorio en el que Catalina demuestra su buen hacer, tanto musical como técnico, y un talento bien cultivado por su mentor. Sus excelentes capacidades musicales auguran un gran futuro para esta intérprete que con tan solo 12 años ya logra transmitir, a través de la música, emociones vedadas para muchos intérpretes, incluso al final de su carrera. Esperamos que Catalina siga disfrutando de la música y de sus instrumentos, y siga experimentando y transmitiendo a través de ellos esa calidez y encanto que la hacen original.
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