
Measha Brueggergrosman
La cita veraniega de la pequeña localidad gerundense cercana a Figueres gana en densidad, al menos siete de sus diez días de duración tendrán dos conciertos diarios, en sesiones de 18,30 y 21,30 horas.
Curiosamente, sus promotores indican que esta novedad “hace posible una estancia en el Empordà, donde se puede compaginar la asistencia al festival con el disfrute de otros alicientes culturales y turísticos que la comarca ofrece.” Al menos esto señala una nota de presentación del venerable Presidente de la Associació Franz Schubert y Presidente de Juventudes Musicales de España, Jordi Roch, lo que convierte a los interesados en esta iniciativa en potenciales atletas de una suerte de triatlón cultural.
Bromas aparte, la programación de la actual edición de la Schubertíada mantiene el rigor y el cuidado en la selección de los intérpretes que van a glosar al gran compositor austriaco que da nombre al Festival.
La edición contiene siete conciertos de lied, como es de justicia, si hablamos de Schubert –aunque no es solo Schubert quien sonará–, y otros diez de música de cámara.
En el apartado liederístico destaca este año la presencia del barítono alemán Matthias Goerne, que es fiel a esta cita desde sus comienzos como profesional, y que, contra lo previsible, cantará lieder de Schumann. También es reseñable la presencia de la soprano americana Measha Brueggergosman, que abre el festival con piezas de Schubert, Ravel y Wagner.
Fuera del reducido ámbito íntimo de la cámara, aparece como pieza de consistencia el concierto instrumental que dirige Josep Pons en el que sonará La canción de la tierra, de Gustav Mahler, y el Prélude à l’aprés-midi d’un faune, de Debussy, ambas en versiones reducidas, la segunda según la lectura de Arnold Schoenberg. Cantarán en esta interesante sesión el citado barítono Matthias Goerne y el tenor Charles Reid.
Al margen del territorio del lied, las jornadas se apoyan en una excelente triada de cuartetos de cuerda: el Casals, el Klimt y el Gerhard; así como en dos sesiones dedicadas al piano solo, con Ignasi Cambra e Iván Martín, también en ambas sesiones habrá Schubert pero bien rodeado.
Tampoco es desdeñable una doble sesión en la que el violonchelista Arnau Tomàs hará oír las seis Suites para violonchelo de Bach. No es Schubert, pero seguro que el aficionado podrá sobrevivir a la novedad.
Los interesados pueden encontrar la información completa en:
www.schubertiadavilabertran.cat/es/
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