Doce Notas

El ridículo “Premio Extraordinario de Música” de la Comunidad de Madrid

Hace algunos años la Comunidad de Madrid, a través de su Consejería de Educación, Juventud y Deporte, instauró los Premios Extraordinarios de Bachillerato, los de Educación Secundaria (ESO), los de Formación Profesional y los de Música y Danza. Estos premios consistían, además de en el consabido “diploma acreditativo de tal distinción, en el que figurarán la especialidad por la que participaron y el año de la convocatoria”, en una asignación económica de 1.000€ cada uno. Además, en el caso de los premiados de Formación Profesional, Bachillerato y Música y Danza, supone la “exención de pago de precios públicos por servicios académicos en la primera matriculación en estudios superiores en centros públicos”. Hasta ahí todo fantástico, está muy bien premiar el esfuerzo de nuestros mejores estudiantes que, al fin y al cabo, serán el futuro de nuestra sociedad y en especial, es de esperar, de nuestra Comunidad. El problema surge cuando se produce un agravio comparativo entre los distintos tipos de estudios.

Me explico; en las dos últimas convocatorias, 2013-2014 y 2014-2015, ha desaparecido la asignación económica para los Premios Extraordinarios de Música y Danza y se ha sustituido, en virtud de una modificación introducida en la ORDEN 1602/2014, de 14 de mayo, por el siguiente párrafo:
“Los premiados podrán verse beneficiados, si hubiera patrocinadores para ello, con una asignación económica, según la colaboración que establezca la Consejería con competencias en materia de educación con entidades interesadas”. En la convocatoria 2013-2014, el patrocinador se retiró en el último momento, quedándose los premiados con la cara que todos nos imaginamos. En la última convocatoria directamente no hay patrocinador, al menos los aspirantes saben qué pueden esperar.

Podría pensarse que la crisis económica que aún campa por sus respetos en toda Europa (en algunos países más que en otros) y que en nuestro país se ha visto reflejada, de forma evidente, en recortes en diversos ámbitos (y Educación es uno de ellos), podría pensarse, decía, que esta situación ha impedido a la Administración y al Gobierno de la Comunidad de Madrid, hacer frente a los 6.000€ que representarían los 5 Premios de Música y 1 de Danza convocados.

Claro, las cosas cuadran mucho menos cuando revisando las distintas convocatorias del curso que ahora ha terminado se observa lo siguiente:

– Se han convocado 20 Premios de Formación Profesional de Grado Superior, cada uno de ellos dotado con 1000€. Un total de 20.000€ con cargo al correspondiente programa presupuestario (ORDEN 1214/2015, de 24 de abril, B.O.C.M. nº 116, Lunes 18 de mayo de 2015, Artículo 4.1)
– Se han convocado 25 Premios de Bachillerato dotados, a su vez con 1.000€. Con un total de 25.000€ cargados al presupuesto correspondiente (ORDEN 936/2015, de 7 de abril, B.O.C.M. nº 104, Lunes 4 de mayo de 2015, Artículo 4.1)
– Se han convocado 25 Premios de Educación Secundaria Obligatoria consistentes en los consabidos 1.000€ y un “viaje cultural a través de la entidad colaboradora seleccionada”. En este caso, curiosamente, el importe presupuestado es de 50.000€, lo que indica que el citado viaje viene a salir a 1.000€ por premiado.

El total asciende a 95.000€. Parece ser que la suma de los 6.000€ ahorrados en los Premios de Música y Danza habrían desbaratado el presupuesto anual de la Comunidad de Madrid elevando el déficit a tales extremos que probablemente necesitaríamos un “rescate” por parte de Europa. Y no olvidemos que los miembros de tribunales y jurados que participan en los procesos de adjudicación de los Premios también reciben la correspondiente retribución en concepto de indemnizaciones por razón de servicio. Sí, los que han adjudicado los Premios de Música (6 personas) y Danza (otras 6), también.

Si además echamos un vistazo a los requisitos necesarios para optar a los Premios veremos que, para Formación Profesional los aspirantes no han de hacer nada (extra, se entiende) salvo tener un expediente fantástico (8,5 o más), lo cual, dicho sea de paso, no es precisamente fácil y merece toda nuestra admiración y apoyo. Los aspirantes de Secundaria y Bachillerato, además de las correspondientes calificaciones deben realizar varios ejercicios de diferentes materias, para lo cual “sólo” tienen que llevar consigo los conocimientos adquiridos.

Los aspirantes de Música, que es lo que conozco de primera mano, deben haber obtenido Premio Fin de Grado en su especialidad en su Conservatorio de origen, para lo cual tienen que interpretar un programa ante un tribunal después de haber obtenido la calificación de “10” en dicha especialidad; para ello no basta la nota obtenida durante el curso, sino que además tendrá que haber interpretado el correspondiente programa ante otro tribunal cuya calificación vale el 60% de la nota final. Todo ello en un año académico en el que la mayoría de ellos habrán terminado también el Bachillerato y habrán realizado la PAU, en algunos casos con calificaciones tan brillantes que también podrían presentarse a los Premios de Bachillerato. Y, para rematar la faena, el aspirante a Premio de Música deberá llevar, en la mayoría de las especialidades instrumentales, un pianista acompañante al que tendrá que pagar de su bolsillo. El caso de Danza desgraciadamente no lo conozco pero imagino que será por el estilo, y también necesitarán su pianista acompañante pues se me hace muy difícil imaginar la Danza sin música.

Todo ello para conseguir un “bonito diploma”.

No sé si ahora se entiende por qué he calificado estos premios de “ridículos” al comienzo. Todo esto pone en evidencia, a mi modo de ver, la importancia que tradicionalmente se da a la Música en nuestro país donde, generalmente, se valora mucho más el “esfuerzo” de unos meses de los participantes en las “operaciones triunfo” y demás programas similares que el que hacen durante años nuestros estudiantes de Música y Danza, que simultanéan sus estudios artísticos con los de Secundaria y Bachillerato mientras en ambos caminos crece la exigencia a la par. ¡Una verdadera heroicidad! Y lo que es peor, pone de manifiesto una vez más la importancia que dan al arte nuestros gobernantes, tras haber eliminado la obligatoriedad de la asignatura de Música de la Enseñanza Obligatoria, quedando a criterio de las Comunidades Autónomas su inclusión o no en el currículo.

Resumiendo, si realmente estamos tan apurados que hay que ahorrar esos 6.000€ había formas al menos más elegantes. Por ejemplo, reduciendo en 60€ la asignación de todos los premios y la asignación al viaje cultural de cada uno de los 25 Premios de Secundaria se obtendrían 5.700€, suficiente para cubrir los 5.640€ necesarios para los 5 Premios de Música y 1 Premio de Danza que ahora no reciben nada (a 940€ cada uno, como todos). Y todavía sobrarían 60€ para la hucha, por si el próximo curso seguimos con la misma falta de liquidez.

O mucho mejor. NO CONVOCAR Premios de Música y Danza. Hubiera ahorrado, por supuesto, el importe de los premios y además las retribuciones de los dos tribunales que han tenido que actuar. Y para completar el círculo, les habría ahorrado a los aspirantes la preocupación de inscribirse, pedir certificados, estar pendientes de listas provisionales y definitivas y, de paso, el dinero que muchos de ellos hayan tenido que pagar a sus pianistas por prueba y ensayos, que a la gente hay que pagarle su trabajo.
Finalmente, los galardonados se habrían ahorrado la obligación de participar en una actuación colectiva, según consta en el Artículo 9.2 de la convocatoria. Hasta donde yo sé, esta actuación no se ha llevado a cabo, al menos en los últimos años, pero ya sería “de traca” que además de no haber ganado nada tuvieran que dar un concierto “gratis”.

Ridículo ¿no?

Por: Ángel Luis Rodríguez Márquez

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