Color, invención armónica, inspiradas melodías y un toque de dramatismo. Estas son las características del programa elegido por el pianista Joaquín Achúcarro para su nuevo recital en el Festival de Torroella el 16 de agosto. Schubert, Brahms y Chopin conforman el trío de autores para una velada impregnada de romanticismo.
Para su regreso al Festival de Torroella, la soprano navarra María Bayo ha preparado un variado programa que combina un repertorio poco habitual de melodias francesas y bellas canciones brasileñas, sensuales y juguetonas. Como engarce de los dos mundos, la líricas Canciones xacobeas de Antón García Abril acompañada al piano por Rubén Fernández Aguirre. Será el 17 de agosto también en el Auditori Espai Ter.
La parte sinfónica estará cubierta estos últimos días con la Orquestra Simfònica del Vallès junto al pianista Jan Lisiecki y bajo la dirección de Rubén Gimeno el 18 de agosto.
Jan Lisiecki tiene 20 años y lleva más de la mitad de su vida tocando el piano en público. Pero este canadiense hijo de padres polacos no es un joven prodigio más, es uno de esos raros seres que viven en perfecta comunión con su instrumento, como una forma natural de expresión artística. Su corta edad no le impide ser un especialista en Chopin, compositor del cual interpretará en su debut en el Festival de Torroella de Montgrí sus dos conciertos para piano acompañado por la Orquestra Simfònica del Vallès.
El festival finalizará con uno de sus puntos clave, la actuación de Hespérion XXI, liderado por Jordi Savall, el 20 de agosto, bajo el título de El espíritu de Armenia, músicas de la memoria.
«Sin emoción no hay memoria. Sin memoria no hay justicia. Sin justicia no hay civilización. Sin civilización el ser humano no tiene futuro». De esta manera cierra Jordi Savall la presentación de su disco El espíritu de Armenia, un friso de músicas de una de las civilizaciones cristianas de Oriente más antiguas que ha sobrevivido milagrosamente a una historia turbulenta y trágica. Savall recupera estas músicas del maravilloso Tesauro de melodías armenias publicado en Erevan en 1982 por el musicólogo Nogosghos Tahmizian.