Doce Notas

Savall, La Galanía y La Tempestad, grandes ganadores de los Premios GEMA

notas  Savall, La Galanía y La Tempestad, grandes ganadores de los Premios GEMA

Galardonados en la I Edición de los Premios GEMA

Los premios concedidos por GEMA, en colaboración con FEVIS Europe, el Observatorio de Cultura y Creación Independiente, y con el apoyo de la Fundación SGAE y el INAEM ha nacido con el objetivo de promocionar la actividad de los grupos, y de estimular la creatividad y la innovación en el campo de la música antigua.

La primera edición de estos Premios ya había dado un buen golpe de efecto cuando anunció hace algunas semanas que su I Premio de Honor había recaído en Jordi Savall y que éste lo había aceptado. El gran “gambista” catalán, que acababa de rechazar el Premio Nacional de Música del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, lanzaba así un mensaje claro: el reconocimiento de los profesionales del sector sí, muchos de ellos colaboradores y amigos en su larga carrera.

Con este auspicio, el Premio había dado un paso de gigante nada más nacer. Ayer, martes, faltaba por conocer el resto de los premiados y entregar los galardones, todos ellos votados entre los propios miembros de esta dinámica Asociación, al modo de las academias de cine, teatro, etc.

Se trataba de once premios más (doce, con el de Honor), que recayeron en los siguientes grupos y artistas:

Grupo Medieval: Eloqventia. Grupo Renacentista: Ministriles de Marsias. Grupo Barroco: Raquel Andueza & La Galanía. Grupo Clasicismo: La Tempestad. Director: Silvia Márquez (La Tempestad). Investigador: Alicia Lázaro (Capilla Jerónimo Carrión). Productor-Gerente: Mónica Hernández Totland (El concierto Español y La Real Cámara). Joven Grupo: La Spagna. Innovación: Música y teatro de sombras, Delirium Musica. Festival: Sevilla – Festival de Música Antigua de Sevilla, (FeMÁS). Producción discográfica: Pegaso – Raquel Andueza y La Galanía. Sello: Anima e Corpo.

A la vista de este destacado plantel de ganadores, destacan La Galanía y su excelente soprano y animadora Raquel Andueza, que se llevaba dos premios gordos, el de Barroco y el de producción discográfica; y La Tempestad, que alcanzaba los premios de Clasicismo y de Director, su infatigable clavecinista Silvia Márquez. No hay que olvidar los otros dos periodos en los que GEMA divide la música antigua: Medieval, cuyo premio se lo llevó Eloqventia, y el Renacentista, que recayó en Ministriles de Marsias, que ya preparan la próxima efeméride de Cabezón (1510-1566) con sus vistosas versiones del gigante español del Renacimiento para instrumentos de doble lengüeta. Cabezón, por cierto, está de actualidad al haber cambiado, al fin, la nomenclatura de su pueblo de origen: Castrillo (Burgos), hasta ahora “de Matajudíos”, y que acaba de perder la infame denominación por “de Mota de Judíos”.

El resultado de estos premios es difícilmente cuestionable al tratarse de la opinión de los propios artistas integrantes de la Asociación. Los elegidos son magníficos y muestran el alto nivel que ha alcanzado el sector. Pero también lo son muchos de los también nominados que se han quedado con el casi, entre los que destacan nombres como los del veterano Emilio Moreno, que se ha tenido que conformar con el Premio de su Productora-Gerente, Mónica Hernández para los grupos El concierto Español y La Real Cámara, o el siempre inquieto grupo Forma antiqva de los hermanos Zapico. Sin duda, sucesivas ediciones de este Premio recién nacido harán justicia a nombres realmente importantes de un sector que se encuentra en plena madurez y que con estos premios brinda una vitrina inmejorable.

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