
Homenaje de la Sgae al compositor Claudio Prieto. © SGAE
Prieto comenzó estudios musicales con el musicólogo Samuel Rubio antes de partir a Roma con una beca del Ministerio de Asuntos Exteriores que le permite acceder a la Academia Santa Cecilia y formarse con Goffredo Petrassi, Bruno Maderna y Boris Porena. Más tarde, acude a Darmstadt y recibe enseñanzas de maestros como Ligeti, Stockhausen o Brown.
A finales de los años sesenta se da a conocer en los círculos madrileños y pronto se hace un sitio en el entorno de la vanguardia de ese momento. Claudio Prieto no tardaría en templar su lenguaje musical y adquirir gradualmente un ámbito expresivo propio que recupera formas y gestos de la gran tradición. Destacan, por ejemplo, sus tres sinfonías, conciertos, como el dedicado al violonchelo, y obras sinfónicas que cada vez más irían dedicadas a cantar a su tierra, como el Himno a Guardo, la Cantata manriqueña o Peñas arriba.
En 1976 fue miembro fundador de la Asociación de Compositores Sinfónicos Españoles, Consejero de la Sociedad General de Autores y editores (SGAE), de la que alcanzó a ser Vicepresidente de Música y, a partir de 2006, Miembro del Consejo de dirección.
Entre sus más de una docena de premios destaca el de Mejor Autor de Música Clásica, otorgado por la Academia de las Artes y de la Música en 2004, el Premio Nacional Cultura Viva, por el conjunto de su trayectoria artística, en 1996 o el Premio Castilla y León de las Artes que alcanzó en 1994.
La noticia de su fallecimiento ha sido comunicada, entre otros, por la Orquesta y Coro de la RTVE en su perfil de Facebook, se da la coincidencia de que esta semana la orquesta interpretará por primera vez su obra Ensoñaciones, lo que constituirá, sin ninguna duda, un sentido y oportuno homenaje al compositor desaparecido.
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