
Francesco Tristano y Alice Sara Ott
A los jóvenes Alice Sara Ott (Múnich, 1988) y Francesco Tristano (Luxemburgo, 1981) les une mucho más que poder presumir de dos exitosas y extensas carreras como pianistas: su acercamiento desinhibido y espontáneo a las obras clásicas del siglo XX nace de una perfección técnica y apasionada ejecución de las mismas, integrando en esas lecturas otras influencias más actuales como son la música electrónica (que Tristano compone) u otras tendencias musicales que consiguen despertar el ritmo natural de todos los oyentes. Esa misma pasión y capacidad de revolucionar su entorno es la que tuvo el empresario Serguei Diaghilev a principios del siglo pasado al apostar por la creación de una compañía de ballet que congregó a los artistas, fuera de las corrientes convencionales, más importantes de su época, y dió lugar a una auténtica revolución artística a todos los niveles: bailarines como Balanchine, Pavolva o Nijinski; escenografías y vestuarios de Picasso, Matisse, Braque, Derain, Redon o De Chirico y composiciones de Musorgski, Chaikovski, Borodín, Prokófiev, Stravinski, Rimski-Kórsakov, Ravel, Debussy, Poulenc, Satie, Hahn, Fauré, Strauss, Respighi o De Falla, consiguieron generar una corriente de arte única.
Scandale (escándalo) hace referencia a esa capacidad de escandalizar que tuvo Diaghilev, con públicos que abucheaban sus producciones, en palabras de Ott: «Diaghilev deseaba sacar al público de lo convencional y burgués, algo que también ocurre hoy. Nosotros demostramos con estas piezas que la música clásica no es tan conservadora como piensa la gente». Tristano apunta que: «las crisis siempre generan mucho arte. Así, la música asociada con Diaghilev fue, en su tiempo, tan relevante como lo son hoy en día el techno de Detroit o la escena underground española». El proyecto, a pesar de sus bases, no comienza con Diaghilev ni termina en 2014 con la grabación del disco, ya que Ott y Tristano están absolutamente comprometidos con el espíritu de provocación, algo tan antiguo como el propio arte y la fuerza impulsora indispensable detrás de cualquier movimiento artístico significativo.
Ravel, Debussy y Stravinski
Para el concierto de presentación en España se han elegido obras que forman parte del imaginario popular, como son el Bolero de Ravel (arreglado por Tristano), los Tres nocturnos, de Debussy (adaptados por Ravel), La Valse, de Ravel y La Consagración de la Primavera, de Stravinski, a los que se añade A Soft Shell Groove Suite de Tristano. «La música es atemporal», dice Tristano, «pero también tiene el poder de reinventarse. La música clásica funciona de forma diferente a otros géneros musicales. Un grupo de rock que sólo toca versiones difícilmente será conocido fuera de su ciudad. Pero con la música clásica, las mismas obras se interpretan una y otra vez. ¿Por qué? Porque la música redefine y se adapta continuamente. Yo personalmente no he escuchado grabaciones de dos pianos de La Consagración de la Primavera, porque no quería verme influenciado por una única versión. Pero nuestra lectura también suena diferente, simplemente porque hemos utilizado la última tecnología de grabación, no la de los años 70. La música clásica sólo puede sobrevivir si sigue en continuo cambio».