Doce Notas

Vanhal y sus sonatas para clarinete

cdsdvds  Vanhal y sus sonatas para clarineteJohann Baptist Vanhal (1739-1813) vivió en la Viena clásica de la segunda mitad del siglo XVIII, patrocinado por la alta sociedad, donde compone febrilmente y causa admiración en su entorno. Se relacionó con los clásicos más destacados como Haydn y Mozart, y viajó a Italia, donde se empapó de la escena musical que allí se realizaba. Por su parte, el clarinete jugó un papel importante dentro de los instrumentos de viento de la época, siendo un instrumento relativamente moderno. Así pues los compositores le dedicaron importantes obras, además de introducirlo en la orquesta y agrupaciones de viento. El compositor que nos ocupa le dedicó un concierto, dos cuartetos con cuerdas y varias colecciones de tríos para dos clarinetes y cello y para clarinete, violín y cello. Sus tres sonatas para clarinete y piano constituyen uno de los primeros ejemplos en la historia para esta formación.

Las tres sonatas presentan el esquema clásico de primer movimiento en forma de Allegro de Sonata, un segundo lento y lírico contrastante con el primero y un tercero en forma de Rondo, nuevamente alegre, brillante y conclusivo, con reposos cadenciales que originan a veces pequeñas fermatas.

La primera sonata es la de Mi bemol mayor, la más elaborada de las tres, de mayor extensión, lo que permite crear secciones más complejas y un desarrollo más largo en el primer movimiento, Allegro Vivace. También es la más virtuosística y compleja técnicamente. En ella Arenas nos presenta el sonido de su clarinete, un sonido limpio, elegante y riguroso con el estilo clásico de este compositor de la Viena dorada. En una conjunción con González-Domonte tan estudiada y afianzada, que se nota hasta en los detalles más precisos como los esforzados, articulaciones, cambios de color y matices… En el segundo movimiento, Poco Adagio, es la pianista quien acertadamente lleva al oyente al universo de Vanhal, pasando el clarinete a un plano de contestaciones con el piano y dándole a la melodía un toque de color con sus intervenciones. Por último el tercer movimiento, Rondo Allegretto, incluye pasajes más virtuosísticos con otros más cantábile, incluso una pequeña fermata.

La segunda sonata, en Do mayor es más arcaica, típicamente clásica en la estructura pero con un carácter cercano al estilo galante. Fue concebida originalmente para el clarinete soprano en do, típico de la época, que al ser más agudo origina una sonoridad más intensa, al estar escrita casi por completo sobre el registro agudo. Actualmente se interpreta transportando el original en do al clarinete en si bemol. El primer movimiento, Allegro Moderato, destaca por los mucho pasajes al unísono entre e clarinete y piano, con la dificultad de afinación que ello entraña. El segundo movimiento es un Adagio donde el papel camerístico que tenía anteriormente el piano pasa a un plano de acompañamiento que después responderá a la melodía planteada por el clarinete. El tercer movimiento en forma Rondo Allegretto responde a los cánones clásicos.

La tercera y última sonata de Vanhal que nos presenta este dúo de profesores en la especialidad de Música de Cámara, es la de Si bemol mayor, ejemplo de la escritura camerística, con diálogos equilibrados entre ambos instrumentos. Consta de un Allegro Moderato, un Adagio Cantabile de un rico lirismo y creatividad, dejando entrever el estilo romántico que llegaría de forma inminente y donde este dúo luce una musicalidad exquisita, y por último un Rondo, similar al de las demás sonatas, brillante, juguetón y muy conclusivo en las codas finales.

El conjunto de las sonatas tienen parecidos a los grandes genios como Haydn y Mozart, con los que Vanhal estaba ligado estilísticamente. En palabras del clarinetista David Arenas: “La calidad y belleza de las sonatas es incuestionable, representando un legado muy importante para el repertorio original del clarinete y piano, que hasta el momento no disponía apenas de ejemplos notorios.” En definitiva estamos ante una muy buena grabación, con criterios estilísticos y rigurosidad de sus intérpretes a la hora de abordar este repertorio clásico, tantas veces desvirtuado por exageraciones o excesos. Un CD muy recomendado y una buena herramienta de trabajo para todos aquellos clarinetistas que precisen estudiar o trabajar estas sonatas.

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