Si a este clima de creatividad le sumamos la tradición pianística europea, a la que han contribuido luminarias de Francia y España como Tete Montoliu y Michel Petrucciani, el éxito está casi servido.
De estas fuentes bebe este gran y joven francés intérprete del piano: Baptiste Trotignon. Si, además, vive en un país en el que las instituciones se toman en serio la cultura y en particular la música el resultado es el que nos encontramos en Hit.
Tiene razón el propio músico al señalar, en las notas que acompañan al disco, que su modelo musical emana del hecho de que el piano es un instrumento a la par melódico y de percusión. Las teclas accionan unos martillos que “golpean” las cuerdas. Hit, golpe, es más que adecuado como título. Y las dos vertientes de sonido –percusión y melodía- están suficientemente representadas en los temas del disco.
Algunos –Choral, Spleen, Air, Paul McCartney musicalmente presente en este tema– o Liquid caen del lado de la melodía, así como Busy Brain, Desillusion, Solid… del lado de la percusión. Siempre con un trasiego de formas muy natural entre una y otra. Magistral.
La labor de contrabajo y batería son fundamentales para acabar de encontrar una forma que puede partir de los tríos de Bill Evans o Keith Jarrett, pero que entra de lleno la tendencia más contemporánea de los power tríos como Bad Plus o Martin, Medesky and Wood… incluso algunos temas tienen un componente groovy que hace este hecho más evidente.
En su dominio del piano nunca hay piruetas, ni carreras por el teclado. Incluso el uso de teclados electrónicos está alejado de la parafernalia de los setenta y la fusión rock-jazz. Como muestra se puede escuchar Happy Rosalie.
Un acertado uso de los elementos blues muy ligados a lo latino por momentos y reconociendo la tradición de la música de cámara europea como uno de sus componentes fundamentales, ecos de Ligeti –retrogusto lo llamarían los sumillers, ahora que estamos en fechas de vendimia.
De Trotignon había leído, escuchado temas en emisoras de radio –fundamentalmente grabaciones en directo en festivales– la escucha de este disco me lleva a sumarme a su club de incondicionales y a tratar de seguirle en las redes. Desconfío que se pueda ver por España dadas las actuales circunstancias de “estado de excepción cultural” al que estamos sometidos en estos años. Una pena, algo nos estamos perdiendo.
Altamente recomendable escucha…y compra. Esto último en una tienda de música tradicional mejor que en las redes o en las grandes superficies.