Waiata es la palabra que en el idioma maorí designa a la forma musical surgida del antiguo canto tradicional que fue desarrollado en una nueva y moderna estructura musical, combinada con el intrigante sonido melódico de su propio lenguaje. Tal modelo musical se obtuvo gracias a la capacidad del pueblo maorí para asimilar a su propio idioma las formas musicales provenientes del exterior durante la visita de misioneros, turistas o marineros a sus tierras.
Las 16 canciones aquí compiladas, en su gran mayoría tradicionales y cantadas en su lengua de origen, describen leyendas mitológicas e historias de amor, exaltan el patriotismo del pueblo maorí frente al enemigo en campañas bélicas o se destinan para el culto religioso, como el popular “himno de Lourdes” Awe Maria o el llamado “kyrie maorí”, E Te Ariki (Our Lord – Watch Over Us).
Algunos compositores extranjeros se interesaron por la búsqueda y recolección de canciones tradicionales maoríes durante su estancia en ciudades maoríes, y entre ellos se encuentra al galés James Philpott, que emigró en 1887 a Nueva Zelanda, alcanzando una posición privilegiada como organista durante 33 años en la iglesia Matthews de Auckland. Sus canciones, como Haere E Hine (“Farewell My Lady Fair”) permanecen hoy en día en el repertorio maorí. Por su parte, la canción Kohu-Auahi (“Blue Smoke”) del pianista y compositor foráneo Ruru Karaitiana, alcanzó los mayores puestos de éxito en la radio neozelandesa durante seis semanas a finales de los años 40, llegando a ser grabada posteriormente por cantantes como Dean Martin en EEUU o Anne Ziegler & Webster Booth en Gran Bretaña. Entre otros himnos, se halla Tama Ngakau Marie (“Son Of A Peaceful Heart”), entonado en funerales y reuniones, y “O store Gud” (1885) de Carl Boberg, traducido en 1949 como “How Great Thou Art” por Stuart Hine, versionado a su vez hasta en once idiomas y que popularizaron intérpretes de la talla de Burl Ives, George Beverly Shea o Elvis Presley.
Entre las mencionadas canciones de guerra que honran la valentía del ejército maorí en el campo de batalla encontramos ejemplos Kamate (“Darkness into Light”) de Terangi Hirikoa, en el contexto de la Primera Guerra Mundial, o Aue E Te Iwi E (“The Pride of Our Maori People”) del compositor Kingi Tâhiwi, cantada durante la Segunda.
Con este trabajo discográfico la afamada soprano neozelandesa cierra el círculo que inició hace cincuenta años con su primera grabación dedicada igualmente a canciones maoríes. Su aún hoy privilegiada voz, de timbre sumamente cálido, es cual oráculo ancestral la perfecta guía para narrar historias sublimes y fantásticas, en este exótico viaje por un repertorio ciertamente inexplorado como es el canto tradicional del pueblo maorí.