Doce Notas

Entre romanticismo y neorromanticismo

hacia el siglo 21  Entre romanticismo y neorromanticismo

© Orquesta Sinfónica de Tenerife

El pasado viernes 14 de marzo, el Auditorio Adán Martín acogió un programa de concierto con la Orquesta Sinfónica de Tenerife que incluía el estreno en Europa del Triple Concerto for Three Trombones and Orchestra, del norteamericano Eric Ewazen, con los solistas Dede Decker, Matthew Breeze y Yossi Itskovich; la Sinfonía nº7 en La mayor, op 92 de Ludwig van Beethoven y el Adagio para cuerdas, op 11 de Samuel Barber.

El Triple Concerto for Three Trombones and Orchestra de Ewazen fue reseñado en este mismo medio, en el avance de la temporada de la OST en el mes de junio, por su director titular, Michael Nesterovicz, como muy interesante por su frescura y por la oportunidad y el impacto de escuchar a  tres trombones de calidad en primera fila del escenario. Tal como se esperaba, los solistas se hicieron con el protagonismo sonoro y escénico y obtuvieron un gran éxito por parte del público.

Este concierto es una composición muy brillante, donde destaca el protagonismo del color, el lirismo y los juegos armónicos dentro de marcos tonales. Una obra muy inspiradora con secciones escritas a canon que brindaron la oportunidad de diferenciar el particular sonido de Dede Decker, Matthew Breeze y Yossi Itskovich, y la magnitud y poder de su mixtura. Transmitieron una gran belleza sonora, profundidad, equilibrio y elegancia. ¡Enhorabuena! superarlo será todo un reto.

Ewazen es un compositor muy dedicado a la composición para instrumentos de viento metal, hecho que le ha conducido a especializarse en profundidad, en las posibilidades e imposibilidades técnicas y expresivas de esta familia de instrumentos y así, desarrollar una escritura muy idiomática. Esta particularidad ha exigido y permitido a los solistas, la pasada noche, mostrar que disponen de buenas capacidades técnicas, sobre todo en el virtuoso tercer movimiento y una dilatada amplitud expresiva.

El Adagio para cuerdas de Barber abrió la sesión con una digna interpretación de la misma y ofreció el marco perfecto para dedicar el concierto al pianista José Ángel Rodríguez Martín, fallecido el pasado día 9 de marzo, y cuyo legado ha quedado entre muchos pianistas canarios.

La segunda parte del concierto, a pesar de abordar la famosa Sinfonía nº 7 en La mayor, op 92  de Beethoven, se presentaba como un desafío para la orquesta, tras el éxito del Triple Concerto. Aun así, el público todavía absorto en los sonidos poderosos del metal, fue nuevamente atrapado, con una muy buena versión de la Sinfonía nº 7, llena de energía renovada, fuerza y expresividad. Ayer contemplamos a una OST muy entregada a las manos del director Víctor Pablo Pérez. Ambos, hicieron al público partícipe de su propio disfrute. Desprendían dinamismo y entusiasmo! queremos más de esto.

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