
José Okiñena © Unai P. Azaldegui
Un cd grabado por Sony Music como culminación de un proceso que cierra el estudio y tesis sobre el Padre José Antonio de San Sebastián, conocido como Aita Donostia y cuyo nombre verdadero era José Gonzalo Zulaica Arregui. Una labor de continuidad que ha permitido a Josu Okiñena trabajar sobre los originales y de esta manera desvelar los elementos de duda que había sobre estas piezas. Está dedicado a Félix Lavilla, formado directamente con el Padre Donostia, y a su vez profesor de Josu, que falleció a principios de 2013.
Encontramos en estos 18 preludios y 7 danzas una música que aspira a ser europea, que desvela aires del Impresionismo y de la música modal de la que se impregnó Aita cuando tomó contacto por primera vez en París con Debussy y Ravel, y con sus formas más atrayentes. El mismo padre Donostia escribiría más tarde: «La música de Ravel (como la de Debussy, Fauré, etc.) me han abierto la puerta del jardín de la música moderna».
Más conocido por su labor folklorista, esta grabación nos permite acceder a otra mirada; un hombre religioso, capuchino de formación, siempre ligado a la Iglesia, e igualmente sensible, escritor, musicólogo, organista y compositor. Una persona con una gran necesidad espiritual de plasmar aquello que más le importaba, y que al contacto con las piezas cortas de Schumann y Grieg desarrolló esa intencionalidad descriptiva ligada a las melodías populares por las que tanto se interesó.
Mundos interiores y mundos exteriores, pequeñas perlas, joyas que no te cansas de escuchar, a las que puedes volver una y otra vez como si fuera la primera vez que las escuchas y como si las conocieras desde siempre, variaciones sobre una raíz en constante búsqueda de colores diferentes. Recorridos por la vida misma, bailes, danzas, Seask aldean eresiz (Canción de cuna), Mutillen karrika-eresiak (Ronda de mozos), Eztei-taldea (Cortejo de boda), Oyanian (En el bosque)… Y dos primicias mundiales: A Caballo y Humoresque.
Donostia, referente del piano español, y ahora esta grabación, referente de la interpretación pianística desde el estudio más profundo, plasmando ese pensamiento complejo que explica Josu Okiñena, donde la realidad es algo vivo y en constante transformación, el contacto con la obra, su interacción con ella desde cada momento, desde vivencias distintas, desde significados y significantes diferentes que hacen que una obra y su interpretación sea algo vivo a lo largo del tiempo. Y aquí tenemos una muestra de la conexión entre dos sensibilidades musicales más que delicadas, las de Donostia y las de Josu.