Judaísmo, cristianismo, islamismo… han llegado a convivir en Al-Andalus. Unos y otros se las ingeniaron para hacer inviable esa convivencia, primero entre hispano-romanos y judíos, luego musulmanes, cristianos y judíos. La expulsión de los judíos supuso una gran pérdida científica y económica y la de los musulmanes una gran pérdida medioambiental, agroalimentaria y artesanal. Las dos alrededor de 1492 y llevada a cabo por una reina paisana mía a la que se empeñan en subir a los altares cristianos. Una pena todo.
Un dato: había decenas de miles de judíos descendientes de los hispanos en Tesalónica en 1940. Fueron llevados en tren a Auswitch. Fin de la cita.
En Andalucía, islamizada como Al-Andalus, que algunos desalmados con turbante quieren “reconquistar” convivieron las tres religiones, las tres culturas, se escuchó una música síntesis de las tres sensibilidades mediterráneas. Grabado en Sevilla y editado por Zejelmusica, la editora del grupo Zejel, compuesto por Iman Kandoussi (canto), Juan Manuel Rubio (aoud, zanfona), Álvaro Garrido (percusiones) con la colaboración de Amín Chaado (canto, violín) consigue transportarnos a los zocos y medinas donde se escuchaba la “algarabía”, la mezcla de las tres músicas, los olores de tres cocinas diferentes, tres rezos, tres llamadas a la paz y la concordia que demasiadas veces se rompía… y que se rompió definitivamente en 1492, cuando Castilla apostó por hacerse con el resto de los territorios peninsulares para poder dar el salto allende los mares, como ya hacían los portugueses.
Salterios, laudes, percusiones y voces en hebreo y sefardí, árabe, castellano antiguo se suceden en temas como: Atressi cum la Chandella, el más conocido Trotto (italiano) el sefardí Primavera en Salonico… llegando a Turquía (uno de los destinos últimos de los sefardíes hispanos) en el tema Kurdillyhicazkar Saz Semai… de nuevo el sefardí Una Ora, hasta las Cantigas de Amigo de Martín Codax, pasando por temas galaicoprovenzales como Estampida Real.
Una síntesis de lo mejor de tres ideas de la religión, de la cosmovisión de tres pueblos y la música de la península ibérica entre el año 711 a 1492 y consecuencias posteriores. Todos ellos interpretados de forma magistral y muy orgánica, eliminada la impostación del estudio que a veces apreciamos en formaciones sin tan larga experiencia.
Un gran acierto, una revelación, nunca mejor empleado el término.